
Es originario de Colonia (Alemania) y llegó a nuestra ciudad hace siete años. Estudió para cervecero en Berlín y desde hace dos años elabora cinco tipos de cerveza única en su tipo, por su técnica de elaboración. Del 3 al 7 de octubre prepara el “Oktoberfest” en su local de calle Constitución.

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La combinación de lupus, cebada y mosto son los ingredientes básicos para que Herbert Romes de 64 años, prepare una cerveza artesanal alemana de calidad, en su cervecería y restaurante “Schwarze Katze” (Gata negra) de calle Constitución 496.
Herbert es ingeniero en comunicaciones, geólogo y obtuvo su título de cervecero profesional en Berlín. Dejó su tierra natal en la ciudad de Colonia, para radicarse en la ciudad del Carnaval del País, junto a su esposa Delia Lerch, una gualeguaychuense que migró en los años ´70 a Alemania cuando tenía 18 años, a trabajar como enfermera profesional.
Hoy Delia y Herbert reciben amablemente a sus comensales y para los días 3 al 7 de octubre organizan la primera fiesta de la cerveza, en la que habrá gastronomía típica alemana.
“Comencé a elaborar cerveza hace seis años, lo primero que hice cuando vine a la ciudad fue probar las cervezas industrializadas y la verdad es que no me gustó. Fue entonces cuando tomé la decisión de comenzar a elaborar cerveza de forma profesional.
Primero comencé a producir para mí, luego para mis amigos y hace dos años atrás tomamos la decisión de poner una cervecería y fue así que nos mudamos a calle Constitución 496 para abrir este local”, explicó Herbert.
“Los alemanes somos muy perfeccionistas, no usamos clavos, sino tornillos, no ponemos plástico sino acero, esta es la visión que tengo y es así que hoy tengo la capacidad de elaborar mil litros de cerveza por producción”.
El ingeniero en comunicaciones ofrece hoy cinco variedades de cerveza tradicionales alemanas en sus variedades rubia, negra, rubia lupulosa, la festbier “una cerveza que se toma en Múnich en la Oktoberfest y la weizen que es una cerveza elaborada a base de trigo”. Elaborar estas cervezas artesanales desde el momento de la producción hasta que esté lista para servir, le lleva seis semanas. Es un trabajo meticuloso que requiere largas jornadas de trabajo de hasta 12 horas.
Herbert explicó a EL ARGENTINO, que algunos insumos los consigue en el país, pero importa otros como malta y lúpulo de Alemania.
“En la Patagonia tenemos dos variedades de lúpulo, nugget y cascade de muy buena calidad, pero para poder hacer distintas variedades de cerveza utilizo diferentes lúpulos con distintos aromas y sabores para darle el condimento a la cerveza, mientras que la malta es la que le da el sabor”, remarcó.
Mientras tanto se hace tiempo para seguir trabajando como ingeniero en comunicaciones asesorando a empresas de otros países vía Internet.
Herbert se quedará en nuestra ciudad por mucho tiempo más pese a que sus tres hijas y sus nietos viven en Alemania.
“Argentina es mi país, aquí la gente es muy amable, en Europa se vive otra vida, la gente no tiene tiempo ni siquiera para sentarse a charlar, yo le pedía mi esposa venir a la Argentina”, dijo.
En el futuro quiere seguir haciendo “cerveza de calidad”, mientras se prepara para largar su línea de cerveza artesanal embotellada.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
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