
Esta sección que hoy se inaugura, tiene el objetivo de compartir las experiencias de aquellos gualeguaychuenses que se han ido de la ciudad para construir otro destino, pero que sienten la necesidad de retornar al hogar.

Por 4
Para ello, y aprovechando las bondades de la tecnología, EL ARGENTINO invita para que se sumen a esta propuesta a aquellos que, a pesar del tiempo y las distancias, sienten la necesidad de (re) encontrarse con sus primeros afectos.
Desde la sección ?La Ultima? de nuestra página web - www.diarioelargentino.com.ar- se puede acceder al formulario de mail para remitir experiencias o bien consultar sobre esta nueva propuesta.
En esta ocasión, se comparte la experiencia de María Elena Broese Delcanto, quien se encuentra residiendo en España desde hace 29 años y ejerce la profesión de abogada. Aquí, su relato, tal vez un anticipo para cuando llegue agosto y con ese mes, el tiempo del reencuentro:
?Quiero agradecer la invitación para participar de la nueva sección Gualeguaychuenses en el mundo?.
?Mi nombre es María Elena Broese Delcanto (en España es obligatorio usar el primer apellido del padre y de la madre), nací en Urdinarrain, donde transcurrieron los primeros diez años de mi vida. Allí tuve una infancia alegre y feliz, y guardo inmejorables recuerdos de mis familiares, de sus calles, de su gente, de amigos (que lo son para siempre), aunque las circunstancias hacen que no pueda verlos como quisiera.
?Al cumplir once años, mis padres se trasladaron a Gualeguaychú, donde cursé sexto grado en la Escuela Rawson. Nuevas calles, nuevos amigos, nuevas experiencias. Luego, mi querida Escuela Normal, inefables años hasta lograr el título de maestra.
?Mi siguiente destino fue Buenos Aires, donde estudié y finalicé mis estudios de Derecho.
Desde 1978, hace 29 años, vivo y trabajo como abogada en una pequeña ciudad de Andalucía, con una población estable de 20 mil habitantes, llamada Nerja, situada a orillas del Mediterráneo, y a escasos 50 kilómetros de Málaga, Capital.
?Nerja, es un lugar encantador rodeado de mar y montañas. Lo más representativo de este sitio es el famoso Balcón de Europa. Es un mirador sobre una cornisa con vistas espectaculares al tranquilo y transparente Mediterráneo; y las no menos famosas Cuevas de Nerja, con sus inmensas estalactitas y estalagmitas, que es visitada por miles de turistas al año.
?Aquí gozamos de un microclima, que hace que los inviernos sean muy benignos y los veranos muy calurosos, por la cercanía al norte de África.
?Nerja es una ciudad turística por excelencia, si bien tiene vida propia todo el año. En el verano (julio y agosto) los habitantes pueden alcanzar las cien mil personas.
?Por su número, la comunidad de residentes argentinos es la segunda en importancia, después de la británica, por lo que es usual escuchar por las calles el característico acento argentino, que por cierto, aquí gusta mucho.
?Esto es así, porque después de la cruenta Guerra Civil, la mayor parte de los inmigrantes nerjeños se asentaron en San Juan (Argentina). En la actualidad, al revertirse la situación, los descendientes de esos nerjeños (hijos y nietos) han regresado a la tierra de sus padres y abuelos.
?Los nativos de Nerja son gente amable, sencilla, sincera y fundamentalmente generosa, siempre dispuesta a ayudar. Conservan la memoria histórica que fue Argentina con su solidaridad quien les mitigó sus difíciles años de miseria y escasez, lo que les hace sentir un especial afecto por nuestro país y su gente.
?Lamentablemente, aquí la información sobre Argentina es escasa, sólo trascienden hechos puntuales que los distintos medios de comunicación estiman de interés general.
?¿Qué extraño de mi país? Mi familia, mi madre, hermanos, sobrinos, sobrino-nieto, amigos? y aunque suene a tópico? el asado de tiras, las mollejas a las brasas, las empanadas criollas, compartir el mate dando vueltas por la Costanera y el Parque Unzué y muchas otras cosas más.
?¿Lo que me queda por hacer? De forma inmediata esperar que transcurran lo más rápido posible los meses que faltan hasta agosto, que es cuando regreso por un mes a mi querida Gualeguaychú. A más largo plazo, llegar a la edad de mi jubilación, que me permita compartir más tiempo entre Nerja y Gualeguaychú.
Por último, no quisiera dejar de expresar al pueblo de Gualeguaychú mi más sincera y profunda admiración por su tenaz y valiente lucha contra la instalación y funcionamiento de la Papelera Botnia.
Un cordial saludo para todos
María Elena Broese Delcanto
Comentarios
