Elon Musk, “decepcionado”, renunció a su puesto en el gobierno de Donald Trump

El magnate tecnológico Elon Musk anunció oficialmente su salida del Gobierno de Donald Trump, al manifestar su “decepción” con el plan fiscal impulsado por la Casa Blanca, el cual, según sus palabras, “socava” los esfuerzos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una iniciativa que encabezaba para combatir el gasto excesivo y la burocracia estatal.

“Ahora que mi tiempo programado como Empleado gubernamental especial llega a su fin, quiero dar las gracias al presidente Donald Trump por la oportunidad de reducir el gasto despilfarrador”, escribió Musk en su cuenta de X, la red social que también dirige, en un mensaje breve pero con fuerte impacto político.

La renuncia del empresario se produce en un contexto de creciente tensión dentro del entorno republicano por la magnitud del nuevo paquete fiscal, que contradice el espíritu de austeridad promovido por algunos sectores conservadores y, particularmente, por el equipo liderado por Musk en el DOGE.

El DOGE, una cruzada contra el gasto que queda en pausa

Según pudo confirmar Noticias Argentinas, el empresario tiene esperanzas en que su legado no se diluya con su salida: la misión del DOGE, iniciativa diseñada para reducir burocracia y gasto público, “se fortalecerá con el tiempo, a medida que se convierte en un modo de vida en todo el Gobierno”.

Musk, conocido por sus ideas disruptivas tanto en la industria tecnológica como en su inusual incursión en la gestión estatal, ya había anticipado su salida días atrás. En una entrevista con CBS Sunday Morning, grabada durante el noveno lanzamiento de prueba de SpaceX, lanzó una dura crítica al paquete fiscal: “Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario, no solo no lo reduce, y socava el trabajo que está realizando el equipo de DOGE”.

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El creador de Tesla y SpaceX no ocultó su frustración al considerar que el “Gran y hermoso proyecto de ley” —como lo calificó Trump— va en dirección contraria a lo que había promovido desde su función en el Gobierno. La iniciativa fue recientemente aprobada por la Cámara de Representantes y espera ahora su tratamiento en el Senado.

Adiós a la política, vuelta al universo Musk

En su despedida pública, Musk también dejó en claro que su intención es volver a centrar sus energías en el mundo corporativo. “Estoy pasando todo mi tiempo trabajando y durmiendo en salas de conferencias, servidores y fábricas”, escribió, reafirmando su decisión de “dejar de lado la política” para enfocarse exclusivamente en sus empresas.

La salida del magnate se produce en un momento clave para el Gobierno de Trump, justo cuando se esperaba un impulso renovado para el programa de eficiencia estatal. Analistas políticos interpretan este alejamiento como una señal de ruptura con el ala tecnocrática que el propio Trump había incorporado para modernizar la gestión pública.

Con su partida, Musk deja un vacío difícil de llenar dentro de un departamento que, aunque menor en jerarquía, había adquirido notoriedad por su promesa de transformar estructuralmente la administración federal. El futuro del DOGE ahora queda en suspenso, a la espera de nuevos liderazgos que puedan retomar su visión sin comprometerla frente a los intereses partidarios.