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Pasada la emergencia eléctrica -que ocupó todas las conversaciones hasta este fin de semana- y cuando se están analizando las necesarias obras para el drenaje del agua en ocasiones como la inusual lluvia que tuvimos la semana pasada, es tiempo de recordar otros trabajos que deben encararse a la par, de manera especial en el acceso sur y Urquiza al oeste.
Se trata de las banquinas y las bicisendas.
En ambos accesos a la ciudad se advierte un intenso tránsito de peatones, ciclistas y motociclistas y en los dos por igual, cómo éstos deben ser esquivados por los automovilistas, debido a que para desplazarse utilizan la cinta asfáltica, a falta de las trazas cada vez más necesarias.
La copiosa lluvia a la que aludimos antes, además, se llevó buena parte de la tierra lindera a la cinta asfáltica, razón por la que se ha formado un escalón que separa a una de la otra.
Por eso decimos que a la hora de encarar nuevas obras se piense en la realización de las banquinas y bicisendas, para evitar pérdidas de tiempo y dinero.
Como se dice siempre, no habrá que dejar que lo urgente se anteponga a lo importante.
No es la primera vez que se reclama por un espacio por el que puedan circular sin inconvenientes ni riesgos las personas que no se conducen en automóvil o transporte de pasajeros.
Para ellos también son estos accesos, que utilizan en forma diaria.
Y aunque la costumbre los haya puesto duchos en el desplazamiento, no por eso dejan de ser un riesgo, una situación a la que en algún momento habrá que ponerle fin.