La conmemoración internacional destaca el rol económico y social de millones de mujeres que crean y sostienen proyectos en todo el mundo.
Redacción EL ARGENTINO
Cada 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, una iniciativa impulsada por la ONU en 2014 que busca visibilizar el aporte creciente de las mujeres al ecosistema productivo global. La fecha, promovida originalmente por la empresaria estadounidense Wendy Diamond, se consolidó como una plataforma para señalar obstáculos persistentes y, al mismo tiempo, potenciar oportunidades.
La jornada nació para enfrentar una problemática común en todos los países: las barreras culturales, financieras y estructurales que dificultan el desarrollo de negocios liderados por mujeres. Desde entonces, se multiplicaron políticas, redes de mentoría, capacitaciones y eventos que buscan ampliar el acceso al financiamiento y crear entornos más equitativos.
La historia del emprendimiento femenino tiene hitos potentes. Uno de ellos es la figura de Madam C.J. Walker, pionera afroamericana que a comienzos del siglo XX construyó un imperio de productos capilares y se convirtió en la primera mujer millonaria por mérito propio en Estados Unidos. Su ejemplo, reivindicado cada año en esta fecha, sigue siendo símbolo de autonomía económica y de impulso colectivo.
A nivel global, el Día de la Mujer Emprendedora motiva conferencias, ferias, espacios de networking y programas de apoyo que conectan a emprendedoras con inversores, instituciones y organismos públicos. El objetivo es claro: fortalecer proyectos, derribar brechas de género y consolidar modelos de negocio sostenibles.
En Argentina, el ecosistema emprendedor femenino creció de manera sostenida en la última década, aunque aún enfrenta desigualdades notorias. La proporción de MiPymes lideradas por mujeres revela la persistencia de barreras vinculadas al acceso al crédito, la formalización y la inserción plena en cadenas productivas estratégicas. Aun así, distintas organizaciones públicas y privadas desarrollan iniciativas para brindar financiamiento, formación técnica y acompañamiento a proyectos en marcha, con especial foco en emprendedoras de economías regionales.
La conmemoración, además de señalar desafíos, busca amplificar la voz de quienes ya transforman su entorno a través de nuevas empresas, oficios tradicionales, industrias creativas y tecnología. En un contexto de cambios acelerados, el liderazgo femenino continúa consolidándose como motor económico y como pilar para construir sociedades más inclusivas.