
El diario El País de Montevideo ofreció datos de la contaminación que genera la papelera uruguaya Fanapel y advirtió que los sábalos no son aptos para el consumo humano en la zona de Juan Lacaze, sobre el Río de la Plata, en el departamento Colonia. Y se denunció también que las playas de ese lugar no pueden ser utilizadas como recreación ni para baños.
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En la edición de ayer del diario porteño La Nación, el periodista Nelson Fernández, narra la situación que vivió la colega autora del informe de El País. ?Cuando la periodista pidió datos sobre la contaminación de la zona a la directora de Medio Ambiente, Alicia Torres, la respuesta fue la siguiente: «Esa información sería un escándalo justo ahora que estamos procurando mejorarla, es una situación que heredamos de períodos anteriores». Según el reporte especial, tras esa respuesta, el Ministerio de Medio Ambiente sólo entregó un resumen de los informes, sin números, que dice que los niveles de contaminación están bajando?.
# Otra denuncia
Por su parte, el edil uruguayo Walter Torres, denunció que: ?Hace unos meses hubo un escape de polvo blanco que cubrió parte de los barrios cercanos a la fábrica. La Dirección Nacional de Medio Ambiente constató que esos escapes tenían algunas trazas de óxido de calcio, que es lo que se llama cal viva?. Así, se sumó otra denuncia por contaminación ambiental en la localidad uruguaya de Juan Lacaze, vinculado con escapes de una planta de celulosa.
Torres minimizó su propia denuncia al sostener que el escape producido, ?fue debido a una impericia? y que los empresarios ?dieron la seguridad de que no se iba a volver a repetir y se comprometieron a reciclar sus sistemas, de no verter los desechos en el río y cesar con sus emanaciones?.
A las denuncias por contaminación que pesan sobre la empresa uruguaya Fanapel en la localidad de Juan Lacaze -departamento Colonia, se le suma otra que está en la justicia santafecina.
En Capitán Bermúdez -provincia de Santa Fe, sobre el río Paraná- funciona la papelera Celulosa Argentina, que es controlada por Fanapel Investment Corporation compañía uruguaya en la que tiene participación el ex presidente de ese país, Julio M. Sanguinetti, acérrimo defensor de las papeleras de Fray Bentos. Al igual que en el departamento Colonia, la empresa fue denunciada por los santafesinos porque no cumple con las normas de defensa del ecosistema. La emanación de gas mercaptano, las lluvias ácidas y la expulsión al río de efluentes clorados producen efectos adversos para la salud de los bermudenses y provoca una constante corrosión en autos, elementos de zinc y metales en general.
Por este motivo, estudio jurídico rosarino presentó una demanda contra Celulosa Argentina, en la que le solicita a la justicia que arbitre las medidas necesarias para que se paralice inmediatamente la actividad contaminante.
La presentación fue realizada a instancias de los vecinos de barrios linderos a la planta fabril, patrocinados por los doctores Germán Candini, Alejandro Echevarne y Florencio Fernández, quienes conformaron un cuerpo interdisciplinario de asesores externos, entre los que figuran Mirtha Fuentes (representante de la Universidad Nacional de Rosario ante la Comisión de Ecología Municipal y Miembro de Honor del Instituto de Derecho Ambiental del Colegio de Abogados) y el doctor Carlos Mussio (médico intensivista).
El recurso ambiental se presentó en el Juzgado de Primera Instancia Civil, Comercial y Laboral de la Primera Nominación, a cargo de la jueza Gladis López.
El amparo fue presentado en el marco de la Ley General de Ambiente, que creó precisamente la figura jurídica del Amparo Ambiental y, también, se basó en los Artículos 41º y 43º, incorporados en la Constitución Nacional en la reforma del año 1994.
La recolección de pruebas comenzó hace un año cuando, entre el 28 y 29 de julio, producto de emanaciones provenientes de la industria cuestionada, se produjeron las evacuaciones de dos escuelas de esa localidad. Por eso, el recurso ambiental expresa que ?como consecuencia de la permanente exposición al medio generado por Celulosa, los vecinos padecen daños en su integridad psicofísica, tales como alteración en la epidermis, irritación en la conjuntiva de los ojos, intoxicación en hígado y riñones, alergias dérmicas y respiratorias, presencia de metal en sangre, cefaleas y desmayos?. Estas afirmaciones están acompañadas por los certificados médicos correspondientes, adjuntados al expediente.
Entre los fundamentos del amparo, se sostiene que la presentación judicial resultó inevitable a partir de la negativa ?de la empresa papelera a exhibir a la justicia competente el Certificado de Aptitud Ambiental que la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Santa Fe extiende a quienes satisfacen los requisitos exigidos por la ley para poder funcionar en la actividad del rubro?.
En otro párrafo del escrito, los representantes legales de los vecinos le solicitaron a la justicia la presentación de un plan de contingencia, emergencias y evacuación, para el caso de algún siniestro: ?Hay que recordar que cuando se produjeron los escapes el año pasado, se llevó a cabo una autoevacuación y fueron la Municipalidad (de Capitán Bermúdez) y las fuerzas de seguridad las que organizaron a la gente, mientras la empresa no decía nada de lo que estaba pasando?, sostuvo el doctor Germán Candini
La Escuela Pública Nº 6.381 y el Colegio ?Nuestra Señora de los Milagros? fueron evacuados en julio del año pasado y varios alumnos tuvieron que recibir atención médica. En ese momento, la empresa no realizó ningún tipo de explicación pública y sólo se limitó a informar a las autoridades de la escuela religiosa que no había ningún peligro, ya que sólo era producto de la utilización de un nuevo equipamiento, con el objetivo de mejorar la calidad del medio ambiente.
Sin embargo, el texto del amparo judicial expresa que ?se sigue con la utilización del cloro elemental en el proceso de blanqueo de la pasta del papel, método absolutamente resistido y obsoleto por su agresividad al medio ambiente?. Y agrega: ?Su tecnología resulta ostensiblemente inferior y consecuentemente más nociva que aquella alternativa propuesta por Botnia en su planta de Fray Bentos, hoy tan resistida por el gobierno nacional ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos de La Haya?.
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