
Testimonio. La Colonia de Ancianos de la Aldea San Antonio recibe desde 2016 voluntarios para ayudar con la institución.

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Por Waldemar Oscar von Hof (*)
EL ARGENTINO
En estos días a causa de la Pandemia, mediante vuelos especiales organizados por la embajada alemana, están regresando los voluntarios desde Gualeguaychú de vuelta a su patria, Alemania.
Los jóvenes que brindan un año de su vida al trabajo solidario son unas de las bases en las instituciones diacónicas y de servicio que acompañamos como Congregación y como Iglesia.
La llegada de estos colaboradores comenzó con el trabajo en el Hogar de Adolescentes en Urdinarrain, cuando estaba en su pleno funcionamiento allá en la década de los noventa.
En septiembre del año 2011 llegaron los primeros a nuestra ciudad para ayudar el trabajo de apoyo escolar, en el proyecto que desarrollaba en aquel momento La Cigarra con Madres Cuidadoras en el entonces Barrio 348, actual Barrio Evita.
Johannes fue el primero, llegó desde la Iglesia de Westfalia, Alemania, a partir de la visita de un grupo de esta Iglesia, en el 2010, tras conocer el trabajo barrial y aportar un apoyo alimentario. Comenzó a trabajar en el apoyo escolar del jardín y también en el salón Esperanza de la Congregación.
A partir de esta iniciativa se desarrolla el trabajo en conjunto del “Programa del Voluntariado” llevado adelante desde nuestros países por nuestra Iglesia y desde Alemania por distintas instituciones eclesiásticas y sociales. Desde aquel entonces la participación y la llegada anual de voluntarios han sido constante. Jóvenes que vienen desde distintas instituciones de intercambio, de varias regiones de Alemania, para realizar entre nosotros un trabajo de acompañamiento sin pedir nada a cambio. Estos jóvenes, por lo general recién salidos de la escolaridad secundaria vienen con la única y desinteresada intensión de acompañar, trabajar y hacer algo en pos del otro y a lo sumo como retorno llevarse la experiencia y el haber profundizado y aprendido el idioma.
Actualmente pasan por nuestras instituciones diacónicas seis voluntarios y voluntarias que llegan en agosto y parten, por lo general, en esa fecha del año siguiente, a sus hogares. Se insertan con mucho compromiso en la sociedad, en los proyectos y en los programas de la Congregación, desarrollando siempre muchas actividades. Es una alegría ver el interés con el que se insertan, y nos comparten la mirada crítica del que llega desde otra sociedad ayudándonos a mirarnos con objetividad.
Los jóvenes que llegan se distribuyen de la siguiente manera. A La Cigarra vienen dos, desde el año 2011, a colaborar en el Jardín Maternal Madres Cuidadoras durante la mañana y en la tarde participan colaborando en distintos talleres de La Cigarra.
A la Colonia de Ancianos en San Antonio también suelen venir dos cada año desde 2016 para ayudar en lo que hiciere falta entre nuestros abuelos. En realidad, la idea original es que sean algo así como terapeutas ocupacionales
entre los abuelos, pero la realidad es que terminan ayudando en todas las tareas. Este es el cuarto grupo que participa en esta ayuda desinteresada.
Por iniciativa de personas allegadas a la Congregación y al Hogar y Granja Escuela Emanuel, de nuestra ciudad, desde hace dos años vienen también dos voluntarios a participar en esta institución. Realizan entre los residentes, tareas de acompañantes terapéuticos, se toman el tiempo de entretener a los internados e incluso cuidan una huerta.
Nos despedimos de ellos como comunidad y como sociedad toda, agradeciéndoles el tiempo que nos han regalado. Es una pena que tengan que interrumpir su año para volver, pero para nosotros ha sido un tiempo de ayuda recibida y para ellos un tiempo de aprendizaje.
Gracias Janna, Samira, Perle, David, Max y Marcelo.
(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
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