Susana Medina renunció a la presidencia de la Asociación de Mujeres Juezas Argentinas

La jueza Susana Medina presentó su renuncia indeclinable a la presidencia de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina (AMJA), función que desempeñaba de manera ininterrumpida desde marzo de 2009. La decisión fue comunicada este domingo a las integrantes de la Comisión Directiva y de la Comisión Revisora de Cuentas de la entidad, y se fundamentó en razones personales.

Medina es vocal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos y su alejamiento de la conducción de la AMJA se produjo pocos días después de que se formalizara un pedido de juicio político en su contra en la Cámara de Diputados provincial. La presentación fue realizada por un particular y cuestiona su desempeño como integrante del máximo tribunal entrerriano.

El planteo sostiene la existencia de presuntas irregularidades vinculadas al ejercicio de su función judicial. Entre los puntos señalados se mencionan más de 660 días hábiles de ausencias supuestamente injustificadas, el uso indebido de bienes del Estado —como vehículos oficiales, choferes y viáticos— y la utilización de fondos públicos para actividades que, según la denuncia, no habrían contado con el respaldo documental correspondiente.

También se cuestiona una presunta desviación de poder por el supuesto financiamiento de actividades de la AMJA que habrían tenido carácter personal, partidario o diplomático. El pedido de juicio político fue presentado por Eugenio Jacquemain, docente y dirigente de la agrupación Rojo y Negro de Agmer Gualeguaychú.

En su carta de renuncia, Susana Medina expresó su agradecimiento a las integrantes de la asociación y deseó éxitos a la conducción que continuará al frente de la entidad. Además, alentó a seguir trabajando en la promoción y defensa de los derechos humanos de las mujeres, uno de los ejes históricos de la AMJA desde su creación.

La Asociación de Mujeres Juezas de Argentina es un espacio de referencia a nivel nacional en materia de género y justicia, y Medina fue una de las figuras centrales de su desarrollo durante más de 15 años. Su renuncia abre ahora una etapa de redefiniciones internas en la entidad, mientras en el ámbito institucional entrerriano avanza el análisis del pedido de juicio político presentado ante la Legislatura.

Por el momento, desde el Superior Tribunal de Justicia no hubo pronunciamientos oficiales sobre la situación de la vocal ni sobre el impacto institucional de la denuncia, que deberá seguir su curso en el ámbito legislativo.