
La ONG “El Paraná No Se Toca” dio a conocer la intervención ilegal de máquinas topadoras en la zona de islas de Victoria. Se trataría de un empresario frigorífico que adquirió recientemente una propiedad en la denominada isla Lote Nº 10, tras lo cual comenzó a arrasar con la vegetación del lugar.

Redacción EL ARGENTINO
Los lugareños señalaron que la “limpieza” del predio es para instalar corrales. Desde el Juzgado Federal de Victoria se informó al portal Era Verde que se encomendó una comisión policial para constatar y notificar la vigencia de la cautelar que prohíbe la intervención de todo tipo de acciones que alteren el ambiente a fines de evitar los incendios en el humedal.
“Después del fuego aparecen las maquinas”, señalaron desde la entidad ambiental “El Paraná No Se Toca”, para dar a conocer que “vecinos que viven isla adentro ingresando por el arroyo Careaga, este jueves 29 se despertaron con el ruido de una topadora. La máquina que comenzó a tumbar el monte nativo apagó el canto de los pájaros del amanecer”, describieron.
La organización explicó que el accionar ilegal se llevó adelante en la isla conocida como Lote Nº 10. “Los lugareños mencionan que no hace mucho cambió de dueño, pasó (del abogado Carlos Manuel Rodríguez) a manos del conocido empresario de los frigoríficos Mattievich. Sin importarle absolutamente nada, ingresó con esta máquina arrasando todo en su camino isla adentro, es difícil de explicar como nadie llego para detenerlo, siendo que no está muy lejos de la comisaría de la primera sección de islas, por otro lado, esta zona está declarada por Victoria como reserva natural”, señalaron.
Por otra parte, un vecino lindante con estos terrenos señaló que por las acciones de desmonte la maquinaria pesada se efectuó a “los fondos” de un curso de agua denominado Timbocito, que actualmente se encuentra seco en ciertos sectores, pero que por el movimiento de tierra habría sido tapado en su natural escurrimiento.
“Esto es peor que el fuego, lamentablemente no se ve ni molesta a la ciudad, pero está destruyendo los humedales. Como dijo un islero de la zona, lo que no destruyó el fuego, ahora lo está haciendo la máquina. Después de tres años nadie parece saber quién prende fuego. ¿Tampoco se sabrá de quien es esta máquina? ¿O será de un ambientalista que la llevó en un kayak?”, se preguntaron irónicamente desde el “Paraná No Se Toca” en el posteo en redes sociales donde se comunicó el hecho.
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