
En la provincia hay “aproximadamente unas 120 mil personas con algún tipo de discapacidad”, dijo a AIM el presidente de la Agrupación de Discapacitados de Entre Ríos, Raúl Ricardo López, quien aseguró que ante esta realidad, “seguimos insistiendo en la necesidad de que se reglamente de manera urgente la ley para el sector”. Además detalló los principales inconvenientes que tienen a la hora de enfrentarse al mun

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López indicó que “en Entre Ríos tenemos aproximadamente unas 120 mil personas con algún tipo de discapacidad. Calculamos que el 10 por ciento de la población es discapacitada”, dijo.
Ante este escenario, aseguró que “seguimos insistiendo en la necesidad de que se reglamente de manera urgente la ley para el sector ya que de esta manera se solucionarían muchos inconvenientes” y recordó “que esta norma ya está promulgada desde febrero de 2009”.
Al respecto, comentó que los inconvenientes más comunes son: la obtención del certificado que confirme la situación de la persona; la salud ya que las obras sociales se niegan a cubrir prestaciones para discapacitados; la capacitación laboral e incorporación al mercado del trabajo.
No obstante, señaló que “también se nos aparecen situaciones difíciles a la hora de la educación. Hay integración, pero a los alumnos con discapacidad les falta herramientas necesarias para la integración. Por ejemplo: máquinas de braile, capacitación docente en el lenguaje de lengua.
Destacó: “ni hablar de la inaccesibilidad física para los discapacitados motores, rampas móviles en los edificios escolares y públicos, transporte, entre otros”.
Asimismo, apuntó que “hoy se dificulta conseguir ayudas técnicas de las obras sociales, destinadas a la rehabilitación y muchos de los elementos o equipos que necesita un discapacitado tienen costos muy altos.
En este sentido, detalló: las sillas de ruedas cuestan entre 500 y 4.000 pesos, dependiendo de la prescripción médica); los andadores 500 pesos, bastones 200 pesos, audífonos alrededor de 1.000 pesos, computadoras 1500 pesos, software especiales 1000 dólares, máquinas para escribir en braile 1000 dólares.
“Plaza integradora”
Según anuncios oficiales locales, la plaza Le Petit Pissant ubicada en la Costanera baja de Paraná se convertirá este año en la primera plaza integradora de la ciudad”. Según comentó López, es “muy positivo” la iniciativa de crear espacios de recreación que permitan la integración de personas con discapacidad.
Al respecto señaló que “todo lo que signifique integración es realmente muy positivo para el colectivo de la discapacidad y para toda la sociedad ya que hoy por hoy, creemos que las ciudades deben tender a cobijar a todos”.
Por tal motivo, “consideramos muy importante el hecho de que se programen realizar plazas integradoras u otras iniciativas asimilares que apunten a la inclusión de todas las personas que vivimos en esta ciudad”.
Igualmente, dijo: “Adiser ve con mucho entusiasmo esta propuesta y es bueno ver que nuestro trabajo diario se puede comenzar a ver en estos hechos palpables”.
“Estos son pasos que vamos dando ya que una ciudad inclusiva no se va a lograr de un día para otro, pero avanzar en este punto es muy importante”, acotó y explicó: “que los chicos con discapacidad puedan ir a un lugar para participar en un espacio en el que puedan socializar, jugar, y que sea seguro para ellos, o que los padres tengan un lugar para llevar a estos niños, es algo que para muchos no tiene precio”.
Detalló que “según tenemos entendido desde el Consejo Asesor Municipal –del que forma parte Adiser- la primera plaza se adaptará este año y será Le Petit Pissant ubicada en la Costanera Baja de Paraná y seguramente estos trabajos seguirán extendiéndose a otras”.
Cómo deben ser las plazas
En Paraná, se promulgó la ordenanza 8879, autoría de la concejal Marcela Abalos (PJ), por la cual se crean en el ámbito de la ciudad de Paraná, espacios de recreación que permitan la integración de personas con discapacidad, constituyéndose en “plazas integradoras”.
Las mismas deberán contar con un sector de juegos con vallado perimetral que brinde contención y seguridad a los niños, impidiendo el ingreso de animales y evitando su deterioro por vandalismo o mal uso.
Los sectores de acceso a los juegos, deberán ser superficies transitables y accesibles a las personas con discapacidad, con un diseño que posibilite su uso, como por ejemplo: hamacas adaptadas para sillas de rueda, areneros al ras del piso, areneros elevados, hamacas reposera, “ta te ti” sensorial, además de elementos de seguridad.
Todas las plazas a construirse deberán realizarse de acuerdo a las características establecidas en la ordenanza y las ya existentes, serán adaptadas de manera similar.
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