A través de un DNU, se modificó la denominación del Ministerio de Seguridad por la de Ministerio de Seguridad Nacional. Patricia Bullrich suma poder en un año electoral. EL ARGENTINO consultó a Sabina Frederic para conocer su opinión.
Redacción EL ARGENTINO
Patricia Bullrich es el camaleón de la política moderna en la Argentina y prueba de ello es que a pesar del correr de los años ha sabido posicionarse y transformarse para prevalecer en los distintos gobiernos, ocupando lugares de relevancia, sin distinción de signos políticos y mucho menos ideológicos.
De esta forma ha logrado ganar confianza en el presidente Javier Milei, que fue testigo directo de la forma en que Patricia Bullrich le soltó la mano a Mauricio Macri luego de ser durante un largo tiempo su mano derecha e incluso presidenta del Pro en todo el país.
Desde el 10 de diciembre de 2023 ocupa el cargo de ministra de Seguridad en el Gobierno Nacional. Supo cruzar de barco a tiempo y Javier Milei la reconoció con este cargo que ostenta orgullosamente. Y su posicionamiento ha sido tal con La Libertad Avanza, que el Presidente le ha otorgado desde este martes, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), un poder que la posiciona como una de las figuras fuertes en este año electoral.
Más poder al poder
Sabina Frederic fue ministra de Seguridad de la Nación desde el 10 de diciembre de 2019 hasta el 20 de septiembre de 2021, durante la presidencia de Alberto Fernández. Conoce bien de qué se trata el ejercicio de esa función, las relaciones, y también a Patricia Bullrich, que antes de su asunción era quien ocupaba el cargo en el gobierno de Mauricio Macri.
En diálogo con EL ARGENTINO, Frederic entiende que este nuevo nombre y obligaciones que recibe la cartera nacional y quien la dirige, “no le amplía las facultades y la jurisdicción, sino todo lo contrario”.
“Este decreto no dice nada sobre las funciones, son las mismas, sino que le marca a las provincias, sobre todo a Buenos Aires, que la responsabilidad de la seguridad es de cada provincia. Es decir, lo que hace en realidad es limitar responsabilidades”, consideró la ex funcionaria.
Frederic explicó que no hay cambios en las jurisdicciones por delitos federales y sobre las fronteras, sino que las modificaciones pasan por otro lado. “Primero, divide el trabajo de la seguridad en un régimen federal y le dice a algunas provincias que están complicadas, como la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Buenos Aires, e inclusive Santa Fe, ‘ustedes se tienen que ocupar de su provincia, no me vengan a joder con que yo tenga que hacerme cargo de los problemas de seguridad que tienen’. Eso es lo primero que hace. Lo segundo es traer un concepto norteamericano, porque el Ejército Nacional es el módulo que los norteamericanos usan para hablar de un concepto de seguridad, que toma funciones de defensa, cosa que acá no está ocurriendo. Y lo tercero que me parece que está haciendo con esto, es provocar”.
Para Frederic, Bullrich entiende que “la responsabilidad de la seguridad es de la Policía Provincial, no del Ministerio de Seguridad de la Nación, que tiene en su cargo cuatro fuerzas federales que están ocupadas en otros tiempos”.
En limpio, “es una movida política, que no cambia nada y deja más solas a algunas provincias, básicamente a Buenos Aires y seguramente a Ciudad de Buenos Aires” debido a las diferencias entre Jorge Macri y Bullrich, como la que ocurrió el sábado y el Jefe de Gobierno no aplicó el protocolo de seguridad.
- ¿Cómo afecta esto a otras provincias, como ser Entre Ríos?
- A Entre Ríos la gobierna Rogelio Frigerio y su ministro de Seguridad es Néstor Roncaglia, que fue jefe de la Policía Federal cuando ella (Bullrich) era ministra en el gobierno de Macri. Lo que está planteándole a las provincias es ‘yo no tengo ninguna responsabilidad sobre la seguridad provincial, si ustedes tienen un problema, vengan a pedírmelo y yo, en todo caso, veo que les pido a cambio’. Se para en un lugar para la negociación. ‘Yo no tengo la obligación de darles nada, les doy porque ustedes son afines, y si no son afines veo qué les doy, y aún siendo afines veo que les pido a cambio’. También se modifican los términos de la negociación. Esta modificación le da poder para negociar y la negociación le da poder a ella, en un año electoral.