El radicalismo sólo retuvo cuatro de los once mandatos que vencen este año y tendrá seis diputados en la Cámara baja, su representación más baja desde el retorno democrático.
Redacción EL ARGENTINO
La Unión Cívica Radical atravesará a partir del 10 de diciembre uno de los momentos de mayor debilidad parlamentaria de su historia: contará con apenas seis diputados nacionales, tras haber renovado solo cuatro de los once mandatos que culminan este año, lo que significa un retroceso significativo respecto de los 14 escaños que ocupa en la actualidad.
Entre los 127 legisladores que juraron este miércoles para integrar la Cámara baja hasta 2029, el radicalismo quedó representado por Dario Schneider —actual ministro de Planeamiento de Entre Ríos y único entrerriano del bloque—; Guillermo Agüero y Gerardo Cipolini (Chaco); Diógenes González (Corrientes); y los mendocinos Lisandro Nieri y Pamela Fernanda Verasay. Esta última asumirá como presidenta del bloque en reemplazo de Rodrigo De Loredo.
Con esta conformación, la UCR pasará de 14 a 6 diputados, una caída de ocho bancas que refleja el impacto electoral sufrido en los comicios del 26 de octubre. La pérdida de volumen parlamentario no sólo reduce la capacidad de incidencia del partido en la agenda legislativa, sino que también profundiza las discusiones internas sobre su estrategia política y su posicionamiento frente al oficialismo y al resto de la oposición.
El dato adquiere especial relevancia en un escenario en el que las alianzas, fragmentaciones y reacomodamientos resultarán decisivos para la dinámica del Congreso en los próximos años. El bloque radical, históricamente protagonista en la Cámara baja, afronta ahora el desafío de reconstruir volumen, cohesión y agenda en un período legislativo que se anticipa complejo y altamente competitivo.