Una enfermedad respiratoria del garrapiñero obligó a postergar el juicio para agosto

Este martes se iba a realizar la audiencia de selección de jurados, y desde el miércoles y hasta el viernes las audiencias de presentación de pruebas y testigos, en el segundo juicio contra Oscar Alfredo Irigoyen, acusado de abuso sexual agravado. Pero un certificado de enfermedad obligó a la Justicia a suspender las actividades y posponer todo para la segunda mitad del año.

El garrapiñero, que fue condenado a 14 años de prisión en octubre de 2023 y que en noviembre pasado recibió la libertad luego de un fallo del Superior Tribunal de Justicia que declaró estanco al juicio que lo condenó en Gualeguaychú, tendría neumonía y un médico certificó la existencia de la enfermedad que obligó a reorganizar la agenda judicial.

En menos de dos semanas inicia la feria judicial de invierno y por dos semanas habrá un receso de toda la actividad, pero tras el retorno se continuará con lo agendado por la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA), por lo cual habrá que esperar hasta agosto o septiembre para realizar las audiencias que esta semana quedaron truncas.

Quién es el garrapiñero

Irigoyen es conocido por tener su carro de venta de garrapiñadas en pleno centro de la ciudad, en calle 25 de Mayo casi España, pero en los últimos años trascendió públicamente luego que un familiar directo lo denunció por violación y la Justicia lo llevó a un primer juicio en el que fue condenado a 14 años de prisión en octubre de 2023.

Este hombre de poco más de 70 años había sido condenado por el delito de abuso sexual reiterado y agravado por la condición de parentesco. Un jurado lo encontró culpable y la jueza Alicia Vivian le impuso la pena, pero no otorgó la prisión preventiva.

Esta sentencia fue llevada ante la Cámara de Casación Penal de Concordia y los magistrados de esa segunda instancia ratificaron en junio del 2024 lo decidido en Gualeguaychú, con la salvedad de que Irigoyen debía ser inmediatamente detenido y trasladado a la Unidad Penal 9 con prisión preventiva hasta que la sentencia adquiriera firmeza.

Desde entonces, y durante cinco meses, Irigoyen permaneció alojado en la Unidad Penal 9, pero en noviembre del año pasado, la defensa de Irigoyen llevó el caso ante la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos y los camaristas entendieron que en el juicio en Gualeguaychú había ocurrido una irregularidad en el cierre del proceso.

Según explicaron en su fundamento, tras el alegato de la defensa, el jurado no había llegado a un veredicto unánime de culpabilidad en un primer momento y para que no se declarara un juicio estanco (cuando no hay una decisión unánime) la jueza Vivian intercedió.

La impugnación extraordinaria que presentó la defensa de Irigoyen ante el máximo órgano de Justicia de nuestra provincia se sustentó en un tecnicismo y logró revertir esa primera condena, consiguiendo de esta forma que el primer juicio se declare estanco y tal como lo indica la Ley, es necesario la realización de un nuevo juicio. Además, los jueces en Paraná ordenaron retrotraer la situación de Irigoyen a como se encontraba al momento de realizarse el juicio en Gualeguaychú, es decir, en libertad.