
El hecho ocurrió ayer a las 7:30 de la mañana, luego de que al infractor se le hiciera el control de alcoholemia y le diera positivo. El agente fue arrastrado unos metros por el auto del infractor, pero está fuera de peligro.
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Como es habitual para la Dirección de Tránsito, todos los fines de semana los agentes recorren distintos lugares estratégicos de sectores donde se encuentran los esparcimientos nocturnos, para realizar controles de alcoholemia en la calle.
A las 7:30, un puesto de control en calle Buenos Aires y Av. Rocamora estaba terminando su jornada laboral y se disponía a realizar los últimos controles, luego de una agitada noche donde hubo siete casos de alcoholemia positivos y dos conductores que mostraron resistencia a efectuar la prueba para determinar si hay alcohol en sangre.
Como establecen las normas de seguridad de estos controles, el funcionario Néstor Moreyra, con 17 años de servicio en Tránsito y un experimentado agente en este tipo de procedimiento, instruye aun joven de 28 años que se desplazaba junto a su novia, a que le proporcionara la documentación del vehículo, y se bajara del rodado para que procediera a soplar en la pipeta del alcoholímetro.
El joven se mostró molesto por el procedimiento, pero siguió con los pasos indicados por la enfermera que realiza los controles, al terminar, el alcoholímetro dio 1,29 gramos en sangre, lo que para la ley que solo tolera 0,50 gramos por litro de sangre es una “alcoholemia grave”, según explicó a EL ARGENTINO el director de Tránsito de la Municipalidad, Esteban Izaguirre.
Los agentes le retuvieron la documentación al infractor, y en el momento en que se disponían a precintar el vehículo para incautarlo, el joven se subió al auto, lo encendió y se dio a la fuga arrastrando en la maniobra por unos metros al agente Moreyra, que terminó en el piso con algunas lesiones que no presentaron gravedad.
De inmediato entró en acción el Comando Radioeléctrico quien montó un operativo de búsqueda del vehículo, pero sorprendentemente, momento después el joven regresó a la zona para dejar a su novia en la casa, que estaba cercano al lugar donde los agentes continuaban con el procedimiento de alcoholemia en Bs. As. y Av. Rocamora.
De inmediato, los agentes de policía que brindan apoyo a los agentes en los controles de tránsito, lo detuvieron, mientras una mujer allegada al muchacho insultaba a los agentes, que intentaban reducir al infractor, quien ofrecía resistencia al arresto, según manifestaron fuentes de Tránsito.
El sujeto, se encontraba ayer alojado en el penal de la Jefatura a disposición del Juez de turno, mientras Tránsito inició una denuncia penal a raíz del incidente acontecido en el lugar, donde se le efectuó el control de alcoholemia y Moreyra casi fue arrollado por el infractor.
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