
Por 4
Mes a mes se menciona en esta sección un problema que, al parecer a nadie le compete resolver porque aún no ha sido solucionado.
Se trata del pésimo estado que tiene la ruta del camino a Ñandubaysal. En realidad el calificativo de pésimo le queda chico, porque es un verdadero desastre.
Y estando concluyendo el mes de octubre, cada vez hay menos esperanza de que se lo mejore antes de la llegada del verano.
Y no solo se trata de las roturas que se pueden producir en los automóviles, sino además de los accidentes que pueden ocurrir a causa de las malas condiciones del camino.
Es que hay pozos que son imposibles de atravesar por lo que hay que esquivarlos y esto implica un gran riesgo en esta ruta que si hay algo que tiene –además de pozos- son curvas.
Al menos los vecinos tienen la ventaja de conocerla pero los turistas no, y esto la vuelven doblemente peligrosa.
Ojalá y sea una exageración y no suceda ningún hecho que haya que lamentar.
Es hora de que a quien le competa, se acerque al lugar (los pozos son pozos… no muerden) y evalúen la mejor manera de ponerla en condiciones, de modo tal de velar por la seguridad de los ciudadanos.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde… así que habrá que ser esperanzados.
Comentarios
