Pasará un año encerrado por acumulación de causas un hombre con varios antecedentes

A este hombre de 38 años se lo puede ver a toda hora por la zona céntrica de la ciudad. Camina aceleradamente hacia ningún lugar y con la imagen misma del deterioro físico que originan las adicciones. Así transita su vida, a la espera o a la pesca de conseguir cualquier cosa que pueda cambiar por algo de dinero.

Cuando comenzaba la pandemia, en mayo de 2020, acordó pasar casi tres años encerrado en la Unidad Penal 2 por la infinidad que hasta ese momento existían en la Justicia de Gualeguaychú. Tenía un triste récord: lo habían atrapado cinco veces en cinco días.

Como Moreyra ya tenía dictada una condena en 2019, se le unificó todo con la dictada en 2020 y por ello pasó 2 años y 9 meses encerrado en la UP2. Luego, tras recibir la libertad, siguió recayendo en la Jefatura Departamental como detenido en diferentes hurtos que lo llevaron a esta nueva condena de un año de prisión que comenzó a cumplir este jueves en la Colonia Penal.

En un juicio abreviado, impulsado por el fiscal Facundo Álvarez, y acordado por el resto de las partes involucradas en el proceso penal, Moreyra fue penado por tres hechos de hurto, siendo uno de ellos agravado por ser cometido con escalamiento.

La detención se había producido el pasado 22 de octubre. Y como la Policía ya lo tiene completamente identificado, no tardó en aprehenderlo. En esa ocasión, se recibió un llamado al 101 por parte de un hombre que alertó a la Policía sobre la presencia de Moreyra, llevando consigo una notebook y otros elementos, como un perfume de Antonio Banderas.

Inmediatamente lo ubicaron en Urquiza y Seguí, caminando apresuradamente con la computadora en su poder. Luego, dos comerciantes denunciaron el hurto de los elementos desde sus locales ubicados en inmediaciones a calle Alberdi, y el otro en Rocamora y 25 de Mayo.

A principios de septiembre ya había sido identificado en otro hurto. Durante la madrugada del miércoles 3, ingresó a la Clínica Médica San Lucas, por la puerta de ingreso de las ambulancias, sobre calle 25 de Mayo; y sustrajo un juego de cubiertos, un parlante inalámbrico de un empleado del lugar y se los llevó. Quedó grabado en las cámaras y pudo ser identificado.