Son horas claves en el caso de Martín Palacio, el chofer de Uber que trasladó a Pablo Rodríguez Laurta desde Concordia hasta Córdoba. El asesino está detenido en Comisaría del Menor con refuerzo de personal para preservar su seguridad.
Por Carlos Riera
Gualeguaychú vivió el domingo horas intensas en lo policial por la detención de quien era la persona más buscada en el país por esas horas. Pablo Rodríguez Laurta había asesinado en Córdoba a Luna Giardina y Mariel Zamudio, su ex pareja y su ex suegra, y secuestrado a su hijo de 5 años con la intención de cruzar al Uruguay, pero el raid de Laurta comenzó días antes con el viaje que realizó junto a Martín Palacio, el hombre de 49 años que se encuentra desaparecido y que su auto fue hallado incendiado en Córdoba.
Según pudo saber EL ARGENTINO, la Policía tiene establecido que Palacio viajó desde Buenos Aires hacia Concordia el martes 7. Están las imágenes de las cámaras de seguridad de la Terminal de Ómnibus de Concordia que registraron el momento en que Palacio y Laurta se saludan con un abrazo, y desde allí emprenden el viaje hacia Córdoba.
Es en ese trayecto en donde la familia de Palacio pierde toda comunicación con el remisero. El pedido de localización que realiza su hermana se hizo en Córdoba ese mismo martes y 48 horas más tarde se realizó en Concordia, en donde la Policía de Entre Ríos comienza a tener participación en un hecho que iba a culminar (en parte) este domingo en Gualeguaychú.
El sábado es cuando Laurta realiza los femicidios en Córdoba, casi al mismo tiempo en que la Policía cordobesa descubre completamente incinerado el automóvil Toyota Corolla. Parecían dos hechos totalmente ajenos uno del otro, pero con el correr de las horas cada vez más fueron las líneas que los fueron uniendo.
Después de matar a las mujeres, Rodríguez Laurta tomó a su hijo de 5 años y abordó un taxi que lo trasladó hasta Gualeguaychú. Ese sábado a las 20 ingresó al Hotel Berlín situado en calle Bolívar y allí se quedó con la intención de abandonar el alojamiento a las 15.30 del domingo. Ya tenía una reserva con una remisería de Gualeguaychú para que lo trasladara junto a su hijo, en principio hasta Concordia y de allí hacia Uruguay, porque por el paso fronterizo de Fray Bentos habría más controles.
Lo cierto es que ese viaje no se logró realizar al rápido trabajo que se articuló desde la policía cordobesa y la entrerriana. Desde la provincia donde se cometieron los crímenes comenzaron a triangular el GPS del teléfono que utilizaba Rodríguez Laurta, gracias al llamado que realizó para requerir el taxi. El rastreo por las celdas lo ubicó en Gualeguaychú y fue el personal de la División Investigaciones de la Policía de Gualeguaychú el que concurrió a cada uno de los alojamientos en la zona céntrica de la ciudad y lo localizó registrado con su nombre y apellido.
El domingo por la noche se realizó un allanamiento en la habitación 209 y según pudo conocer EL ARGENTINO, secuestraron el arma con la cual habría cometido los crímenes en Córdoba, municiones, cinco teléfonos celulares, chips, una importante suma de dinero y manchas que podrían ser de sangre en algunas prendas, que faltan ser peritadas. Pero además, también se halló en esa habitación el cuaderno de anotaciones que Palacio utilizaba a diario por su trabajo, la billetera y documentación personal del remisero.
Las autoridades policiales están a la espera del traslado de Rodríguez Laurta a Córdoba. Se espera en las próximas horas el arribo de una comisión policial que lo llevará hasta la capital cordobesa para hacer frente al hecho que se le imputa, que le podría demandar una pena de prisión perpetua. Mientras tanto, se continúa la búsqueda de Martín Palacio, aunque las expectativas de ser hallado con vida son muy pocas.