Le disparó en la cabeza a un hombre que se salvó de milagro y ahora enfrenta un juicio

Fue uno de los hechos más significativos que ocurrieron en mayo del año pasado, que con el correr de los días quedó eclipsado por nuevos allanamientos en el Regimiento por los delitos de abuso y por un crimen que se había originado en Ibicuy.

La víctima es Jonathan Exequiel Cardozo de 34 años, que el 11 de mayo del 2024 quedó al borde de la muerte por un disparo de arma de fuego que recibió cuando trataba de escapar del asedio de Folmer, en un domicilio ubicado en calle Leopoldo Tack y Gutemberg.

Ese día, y según lo que refieren testigos del hecho, Cardozo comienza una discusión con Folmer, que fue creciendo en intensidad hasta que el más joven de los dos sacó un arma de fuego que tenía en su cintura y le disparó a la víctima en la zona de la ingle.

Cardozo intentó escapar y se metió en el garage de una casa de calle Leopoldo Tack 1879, pero el victimario lo siguió hasta allí y le efectuó un segundo disparo que le impactó en la cabeza, en la zona posterior de una oreja, y posteriormente a ello escapó en una moto junto a otra persona que lo estaba esperando.

Un joven de 21 años que fue testigo de todo, llamó a la Policía. Inmediatamente llegaron dos móviles policiales de la Comisaría Cuarta y encontraron a la víctima que yacía en el piso del garage. Una ambulancia lo trasladó al Hospital Centenario y Cardozo quedó alojado en la terapia intensiva, en una situación muy delicada, con riesgo de vida.

Según lo que había descripto el médico policial en aquel momento, el baleado tenía una “herida por arma de fuego en cráneo, retroauricular derecho, lesión ósea y auditiva”, pero pese a todo pronóstico, con el correr de las horas presentó una evolución favorable y para las 48 horas de su internación había sido trasladado a sala común.

Con respecto al victimario, Folmer escapó en moto, pero ya estaba identificado y era intensamente buscado. Fue el propio padre el que, a través de un contacto telefónico, mediaba para que se entregara en la Policía, para evitar situaciones mayores. En horas de la madrugada del 12 de mayo, se entregó voluntariamente en Jefatura, con el revólver calibre 22 utilizado en la agresión.

Folmer quedó detenido y fue indagado por el fiscal Martín Gil. Luego se requirió una prisión preventiva, pero desde el Juzgado de Garantías ole otorgaron un arresto domiciliario por unos meses. Ahora llega al juicio que se desarrollará entre el 26 y 30 de mayo en libertad, pero con ciertas medidas restrictivas.

Enfrenta una acusación por el delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, una calificación legal que prevé penas que podrían llegar hasta los 16 años de prisión.