
La Brigada Abigeato de Islas del Ibicuy realizó procedimientos de distinta índole, mediante los cuales pudo recuperar un equino y decomisar carne en mal estado.
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El primero de los casos estuvo referido a la denuncia que un productor ganadero había radicado en la Comisaría de Médanos en referencia a que en el mes de agosto había realizado un negocio por la compra de un caballo tobiano, quedando con el vendedor de común acuerdo que a pesar de la operación comercial, se lo dejaría por un breve tiempo hasta tanto consiguiera un transporte acorde para ser llevado hasta su campo, siendo el acuerdo la entrega de un caballo de montar por el trueque del potro en cuestión, todo normal desde el punto de vista legal, pero el caso comenzaría a transformarse en delictuoso cuando días atrás el damnificado consiguió un vehículo para buscar el equino.
Cuando ingresó al predio del vendedor se encontró con la ‘novedad’ de que el caballo ya no estaba más, como tampoco el ex propietario, que ni siquiera telefónicamente pudo ser ubicado, evidenciando que no tenía intención de cumplir con el trato.
En el caso tomaron intervención los brigadistas, que se ocuparon de localizar el animal (foto), lo que llevó a que se enteraran de que el deshonesto ‘vendedor’ había vendido el caballo por segunda vez, siendo la nueva víctima un vecino de Ceibas, que compró el animal en 4.000 pesos.
El hombre no tuvo objeción en entregar lo que pensaba que ya era suyo, siendo secuestrado el animal, por disposición fiscal, en un campo ubicado en el Km 61 de la Autovía RN 12.
Carne en mal estado
El otro procedimiento de la Brigada isleña fue resultado de una recorrida tendiente al contralor de comercios dedicados al expendio de productos cárnicos.
Al momento de transitar dentro del ejido de la localidad de Holt Ibicuy, los policías ingresaron a un comercio ubicado en calle Dr. Solsona s/n, donde se entrevistaron con su propietario, quien se mostró muy molesto al ver a los uniformados.
Cuando se le explicó el motivo de la presencia policial, habiéndose solicitado en primera instancia la documental respaldatoria de la mercadería que poseía para la venta, exhibió remitos correspondiente a la carne bovina en existencia, más la Libreta Sanitaria, que estaba vencida desde 8 de diciembre de 2.012.
Luego se procedió a verificar lo que estaba en los papeles entregados, comenzando por una heladera del tipo industrial, donde se observaron varios cortes de carne bovina, muchos depositados a granel en el piso del equipo, que presentaba un estado avanzado de oxidación, con desprendimiento de esta materia, contemplando además que algunos cortes presentaban una coloración anormal, con pegajosidad al tacto, emanando olores nauseabundos. En el mismo lugar había carne porcina sin sello de un establecimiento faenador habilitado, como tampoco amparados por un documento de procedencia, cortes cárnicos estaban en pleno contacto con la carne vacuna. Por si fuera poco a estas series de falencias, sobre el mostrador exhibidor, el cual no poseía ninguna refrigeración, yacían cortes porcinos, bovinos y aviar, estos últimos tampoco con facturas de compra presentadas al momento del inicio del control.
Los brigadistas labraron un acta por infracción a la Ley Provincial de Carnes Nº 7292, decretos y resoluciones complementarias en vigencia, lo que enojó aún más al carnicero, al punto que cuando se le dijo que se procedería al decomiso de la mercadería en mal estado, comenzó a injuriar a los funcionarios, amenazándolos.
Ahora el comerciante deberá afrontar la instrucción de un expediente complicado, que anticipa fuertes sanciones.
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