
La Policía cree que son parte de una banda, pero el Fiscal tiene pocos elementos para incriminarlos. Tampoco se tiene precisión si están relacionados con los asaltos en Prados de la Adelina. El jueves llegaron a Gualeguaychú, se abstuvieron de declarar y se fueron con medidas.

Por Carlos Riera
Lo que ocurre con la investigación sobre los robos en los exclusivos barrios de Prados de la Adelina y Altos de Ñandubay ocurridos entre marzo y junio, es muy llamativo. Han sido golpes que impactaron en la opinión pública y la Policía ha destinado recursos para tratar de esclarecer los hechos e identificar a sus autores, pero esto último pareciera ser lo más complicado, porque aunque habría imágenes fílmicas que comprometen a dos sospechosos, los casos no estarían relacionados.
En los primeros días de abril, una comitiva policial, comandada por el jefe de Investigaciones de la Jefatura Departamental de Gualeguaychú, el comisario Inspector Jorge Ruiz Moreno, viajó a Córdoba capital tras los pasos de estos dos supuestos autores, luego de identificar el auto Ford Fiesta Kinetic blanco que se utilizó para escapar de Altos de Ñandubay, junto a una camioneta Fiat Toro blanca.
La Policía de Gualeguaychú comenzó a intercambiar información con otras departamentales de la provincia y se pudo establecer que el Ford Fiesta había sido multado ingresando a Entre Ríos en el puesto de control caminero en Victoria. Cuando la Policía caminera detuvo al automóvil, los uniformados identificaron con nombre, apellido y documentación a los dos ocupantes del rodado y con esa información se le puso nombre y apellido a dos de los supuestos involucrados en el robo ocurrido en Altos de Ñandubay en la noche del sábado 1 de marzo.
A partir de esta investigación, se libró una orden de captura para estos dos jóvenes de 22 y 18 años, primos entre sí, pero durante los cuatro días que el personal de Investigaciones de Gualeguaychú permaneció en Córdoba, no se pudo dar con ambos. Se realizaron dos allanamientos, uno en el barrio Pueyrredón y el otro en el barrio Villa La Tela, y no se pudo localizar a ninguno de los dos.
Pasó el tiempo y, en los últimos días, uno de ellos fue detenido en Córdoba. En un operativo vehicular, le pidieron el DNI y saltó el pedido de detención vigente por parte de la Justicia de Gualeguaychú. Según pudo saber EL ARGENTINO, su abogado se puso en comunicación con el Juzgado de Garantías y se concertó la llegada de ambos para declarar en la causa que lleva adelante el fiscal Martín Gil.
Esa visita se concretó el jueves por la mañana. Los dos jóvenes se pusieron a derecho, informaron sobre su lugar de residencia, pero al momento de declarar prefirieron abstenerse. Luego se le impusieron medidas como presentarse cada 15 días en la comisaría más cercana a su domicilio en Córdoba y fueron liberados. Más allá de que sólo uno de los dos tenía teléfono celular, el Fiscal no creyó necesario el secuestro del aparato del otro sospechoso por el tiempo que había pasado y por el material que para ese momento pudiera llegar a almacenar.
Es cierto que el modus operandi entre el robo ocurrido en Altos y los asaltos a dos familias en Prados de la Adelina, es diferente. En el primero se ingresó a un domicilio situado sobre el perímetro del barrio y se aprovechó la ausencia de sus moradores, mientras que en los otros dos la modalidad es la misma: se coincide en el número de delincuentes, en la forma en que vestían, en que estaban armados, en cómo trataron a sus víctimas y el tiempo que se tomaron para revisar las viviendas en busca de elementos de valor.
Sin embargo, desde la Policía se cree que todos los casos están relacionados y que los autores son los mismos, que también han ingresado a otras viviendas y que esos hechos no han salido a la luz pública. Pero que siempre han actuado con la misma modalidad y que las veces que hubo víctimas, fue casualidad.
Lo único cierto, y pese al esfuerzo policial, es que hasta el momento no hay nada de nada que le sirva a la Justicia para incriminar a alguien.
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