
Acompañado por su abogado, Franco Azziani Cánepa, Marcelo Bruffal ratificó que no existió ningún motivo para el ataque y que jamás tuvo conflicto previo alguno con los uniformados. Además, aseguró contar con el video completo del hecho, difundido parcialmente en redes sociales.

Redacción EL ARGENTINO
Durante su testimonio, Bruffal detalló que los policías lo insultaron, lo golpearon estando reducido, le lesionaron una rodilla y, aun esposado, le arrojaron gas pimienta. Azziani Cánepa afirmó que su asistido estaba en estado de indefensión total y remarcó que “no hay ninguna duda de que fue agredido por la espalda, sin motivo alguno”.
También declaró su hermana, testigo presencial, quien aportó datos claves sobre lo ocurrido tras la agresión. Relató que al dirigirse al destacamento policial de calle Racedo, donde fue trasladado su hermano, los funcionarios alegaron que la detención obedecía a una "averiguación de antecedentes", aunque nunca dejaron constancia escrita de esa supuesta causa. Añadió que los efectivos mostraron nerviosismo al enterarse de que el hecho había sido grabado por una cámara de seguridad domiciliaria.
El abogado querellante denunció que, hasta el momento, ninguna autoridad policial ni gubernamental se comunicó con la familia para dar explicaciones, y que Bruffal no ha podido recibir atención médica adecuada por falta de recursos. Además, anticipó que en los próximos días se presentarán testigos y nuevas pruebas para reforzar la acusación contra los policías involucrados.
La investigación continúa en la órbita de la Fiscalía, que ya ordenó la separación preventiva de los tres efectivos denunciados mientras avanza el proceso.
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