
Casación le dijo que no al recurso en queja que había presentado la defensa de Marcelo Rey contra la resolución dictada en febrero. Queda como alternativa recurrir al Superior Tribunal de Justicia, pero es la última instancia.

Por Carlos Riera
La muerte del trabajador, ocurrida 17 días después de la caída que sufrió en la madrugada del 6 de febrero de 2022, durante la quinta noche del Carnaval del País, ha tenido sus vericuetos judiciales que han imposibilitado que este hecho aún no haya llegado a juicio.
Desde que este hombre de 64 años cayó desde más de 10 metros de altura, cuando trabajaba en el armado de la carroza de los músicos de Marí Marí, la investigación judicial se abocó a determinar responsabilidades y con el correr de los meses se estableció que la persona que articulaba el brazo de la grúa sería la única acusada.
Cuando el fiscal Jorge Gutiérrez dio por finalizada la etapa investigativa, y entendió que tenía todos los elementos para llevar el caso a juicio, comenzaron las trabas jurídicas que han tenido al caso alejado de cualquier tipo de cierre.
Los idas y vueltas
En las últimas horas se conoció la resolución de la Cámara de Casación de Concordia de desestimar el recurso de queja que habían presentado los abogados defensores del imputado de homicidio culposo, contra la resolución dictada el 12 de febrero pasado por el Vocal del Tribunal de Juicio de Gualeguaychú, Mauricio Derudi, que no hizo lugar al recurso de casación interpuesto contra la resolución del 30 de diciembre de 2024.

Así de intrincado ha sido este caso que ni siquiera ha llegado a juicio. Por un lado, el fiscal Jorge Gutiérrez que ha realizado los méritos para que el caso finalmente sea llevado a juicio, y por el otro lado los defensores Martín Britos y Leandro Ferrando, que están convencidos que su defendido no es el responsable del accidente ocurrido en la quinta noche del Carnaval del País del 2022, que le terminó costando la vida a Hugo Romero.
La secuencia procesal cronológica que culminó con la presentación del Recurso de Queja que ahora ha sido desestimado se puede resumir de la siguiente manera:
El 5 de marzo de 2024, el juez de Garantías de Gualeguaychú, Tobías Podestá, rechazó la elevación de la causa a juicio porque la acusación no había indicado las disposiciones legales precisas aplicables y su debida correlación con los hechos. Ante esto requirió que se subsanara esta omisión.
El 17 de diciembre de 2024 -en una segunda audiencia de elevación de la causa a juicio- el Juez de Garantías tuvo por subsanada la omisión en relación a las normas aplicables y su correlación con los hechos. La Defensa entendió que la deficiencia no había sido salvada y solicitó el sobreseimiento de su asistido, pero fue denegado por el Juez de Garantías Podestá. Ese mismo día, la Defensa interpuso un recurso de apelación esgrimiendo que la decisión apelada causaba un gravamen irreparable.
El 30 de diciembre de 2024, el juez Derudi declaró mal concedido el recurso de apelación contra la resolución del 17 de diciembre de 2024 por resultar inadmisible.
El 12 de febrero de 2025, el Tribunal de grado denegó el recurso de casación interpuesto por la Defensa contra el veredicto dictado el 30 de diciembre de 2024.Una semana después, el 19 de febrero, la Defensa interpuso el Recurso de Queja ante la Cámara de Casación de Concordia contra la resolución dictada el 12 de febrero, pero ahora se conoció que esta presentación ha sido desestimada.
Tanto Britos como Ferrando sostienen que se debe dictar la nulidad del auto que dispuso la elevación de la causa a juicio por considerar que no se había completado la acusación o cerrado el tipo penal sobre el que se asienta la acusación; peticionando, además, que se dicte el sobreseimiento de su cliente, que era quien manejaba la grúa donde estaba el canasto en el que estaba Romero cuando cayó al piso.
Los defensores aún tienen la posibilidad de realizar presentaciones extraordinarias ante el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos y en caso de no tener suerte, hacer lo propio ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pero ya para esta instancia las posibilidades son cada vez menores. Por lo tanto, el caso está cada vez más cerca de llegar a un juicio en Gualeguaychú.
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