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El procedimiento policial en el domicilio de Antonio José Luis Cardoso puso fin a un accionar abusivo por parte de quien es empleado categoría 7 del Ministerio de Gobierno de Entre Ríos. La Justicia dispuso su prisión preventiva por 60 días en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, imputado por abuso sexual con acceso carnal.
Cabe recordar que la investigación indicó que Cardoso llevaba a su hogar a mujeres con la excusa de conseguirles empleo en el Estado, para luego adormecerlas y abusar sexualmente de ellas.
El portal Análisis Digital indagó sobre la historia de Cardoso y pudo comprobar que las conductas del imputado se vienen repitiendo hace años en Paraná, pero también en Nogoyá, ciudad donde nació Cardoso y donde abusó sexualmente de un niño, delito por el cual ya cumplió una condena.
Fue justamente después de haber pagado por ese delito que Cardoso llegó a Paraná. Antes era un zapatero reconocido que tenía su local en calle 25 de Mayo. Negocio que mantuvo en Paraná a la par de su empleo como trabajador del Estado.
Es evidente que el hombre tenía sus contactos ya que las promesas de conseguirle empleo a mujeres era algo reiterado, principalmente logrando que personas que lo han contactado pudieron ingresar a distintos estamentos públicos, principalmente en la Policía de Entre Ríos en donde Cardoso tenía cierta influencia.
De hecho, no pocas personas confirmaron que Cardoso se movía por la provincia con autos autorizados para no ser controlados por los puestos camineros.
Cada vez que Cardoso volvía a Nogoyá, su casa era un desfile de personas que iban a contactarlo para que los hiciera entrar en el Estado o le gestionara la entrega de pensiones. Era un secreto a voces en Nogoyá: él ofrecía su influencia a cambio de sexo o dinero. De hecho, Análisis Digital habló con una mujer que llegó a pedir un crédito ante la promesa de hacerla entrar a la Policía a cambio de 25 mil pesos.
“Simulaba un trámite formal del Estado para darle credibilidad al engaño”, confió una de sus víctimas denunciantes. En otros casos, Cardoso exigía el pago de los dos primeros sueldos que cobre la persona que hizo entrar por sus contactos.
Fuentes de Nogoyá aseguraron que Cardoso tenía una relación de amistad con dos personalidades conocidas en el Departamento: el ex diputado Daniel Koch y el cura condenado por abusos sexuales Juan Diego Escobar Gaviria.
Pero, la violencia de género de Cardoso no se limitaba a estas mujeres que lo contactaban para ingresar al Estado o cobrar una pensión. Además, el hombre fue violento en reiteradas veces con sus parejas. La violencia para con sus mujeres era moneda corriente y se daba no sólo de manera física, sino que Cardoso ejercía la violencia económica obligándolas a depender exclusivamente de su manejo del dinero en el hogar.
Ahora es tiempo que Cardoso afronte el proceso judicial que lo tiene detenido bajo arresto preventivo. Fue el accionar investigativo el que puso fin a un mismo modus operandi que permitió que Cardoso sometiera a quien sabe cuántas mujeres que fueron víctimas de sus abusos.
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