
La petrolera estatal aplicó un leve aumento en naftas y gasoil. La nafta súper pasó a costar $1252 y el gasoil premium se vende a $1443 por litro.

Redacción EL ARGENTINO
Este miércoles se concretó un nuevo incremento en los precios de los combustibles. La suba fue aplicada por la petrolera estatal YPF y rige en todo el país. Aunque el ajuste fue leve —de entre el 0,2% y 0,4%—, se produce tras una reciente baja del 4% que había traído algo de alivio a los automovilistas.
La nafta súper pasó de $1249 a $1252 por litro, mientras que la nafta Premium aumentó tres pesos y se vende ahora a $1438. El Diesel 500, por su parte, tuvo una suba más marcada: el litro pasó de $1279 a $1285. En tanto, el gasoil premium se incrementó seis pesos y cuesta $1443.
La suba responde a múltiples factores. Por un lado, la Secretaría de Energía de la Nación oficializó un aumento de hasta el 5% en el precio de los biocombustibles, componentes esenciales en la mezcla obligatoria con naftas y gasoil. La medida fue comunicada a través de las resoluciones 195 y 196/2025, publicadas este miércoles en el Boletín Oficial. Estos nuevos valores impactan de forma directa en los costos finales de los combustibles que se ofrecen al consumidor.
Por otro lado, el leve repunte en los precios también busca corregir el desfase generado por la reducción del 4% que se había decretado a principios de mayo. Aquella rebaja había sido impulsada por la baja del precio internacional del petróleo y por la decisión oficial de postergar la actualización impositiva sobre los combustibles líquidos.
Sin embargo, el actual ajuste marca un cambio de tendencia y genera nuevas preocupaciones en el sector del transporte y entre los consumidores. Aunque el incremento fue moderado, se suma a una secuencia de alzas que vienen registrándose desde fines de 2023. Según datos de estaciones de servicio, los precios se han incrementado más del 70% en lo que va del año, lo que refleja una volatilidad constante en el mercado interno.
Las estaciones de servicio consultadas en Paraná no descartan que se produzcan nuevos aumentos en las próximas semanas, dependiendo de la evolución del precio del crudo, del dólar y de la política fiscal del Gobierno nacional.
Con este nuevo ajuste, llenar el tanque de un vehículo promedio cuesta ahora entre $75.000 y $90.000, dependiendo del tipo de combustible utilizado. Un golpe más al bolsillo de quienes dependen del auto para trabajar o trasladarse diariamente.
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