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El presidente Mauricio Macri recorrió ayer una planta industrial en la localidad bonaerense de Ramallo y luego recibió en la Quinta de Olivos a un cura y a un joven recuperado de la adicción a las drogas.
Acompañado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, el mandatario visitó el Complejo Industrial y Terminal Portuaria de la firma Bunge y caminó por los distintos sectores del establecimiento, entre ellos los de producción de fertilizantes, logística, el muelle multipropósito y el de procesamiento de soja.
Allí el jefe de Estado aprovechó para almorzar con la mandataria provincial; el intendente de Ramallo, Mauro Poletti; y los directivos de Bunge, encabezados por su CEO, Enrique Humanes.
Más tarde, Macri y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, recibieron en la Residencia Presidencial de Olivos al sacerdote Michael Belmont, quien ayuda a la recuperación de adictos y desarrolla su labor pastoral en un asentamiento del oeste del Gran Mendoza, y a Jesús Morales, un joven que se recuperó de la drogadicción.
Belmont, nacido en Estados Unidos pero radicado en la Argentina desde los tres meses, se desempeña en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego, en el departamento de Godoy Cruz, aunque su principal trabajo se da en la villa Campo Papa.
Morales, por su parte, contó los problemas que tuvo con el consumo de estupefacientes y su vínculo con el norteamericano, a quien ayuda en las tareas sociales.
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