
Referentes de las tres CGT manifestaron ayer opiniones divididas respecto del pago a los fondos buitre, mientras que las dos CTA se expresaron en contra, durante una reunión en el Senado la que Antonio Caló fue el único secretario general de las centrales gremiales que asistió.

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Ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo fue la única que respaldó el acuerdo con los holdouts, mientras que la CGT Azopardo que lidera Hugo Moyano evitó asumir una postura tajante.
De forma similar, Caló, de la CGT más cercana al kirchnerismo, sostuvo que la decisión sobre el pago o no a los holdouts es una decisión del Congreso y puso de relieve que su preocupación pasa por "los puestos de trabajo", en tanto que la CTA que encabeza Hugo Yasky y la CTA Autónoma de Pablo Micheli manifestaron una oposición cerrada al acuerdo.
En representación de la CGT Azul y Blanca asistió Ricardo Cirielli (Técnicos Aeronáuticos), quien sostuvo que "hay que darle un corte a esto", en referencia al conflicto con los fondos buitre.
Además, criticó en duros términos al Gobierno anterior al señalar, en declaraciones a la prensa, que se llegó a esta situación "por culpa del inútil de (el ex ministro de Economía)
Axel Kicillof".
Posteriormente, tomó la palabra Julio Gambina, de la CTA Autónoma, quien advirtió sobre la existencia de un "falso optimismo" respecto de las consecuencias que tendría el acuerdo con los fondos buitre.
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