
Una abogada denunció que el sistema favorece la impunidad y revictimiza a las madres.

Redacción EL ARGENTINO
Al menos siete de cada diez padres no cumplen en tiempo y forma con la cuota alimentaria para sus hijos, según reveló la abogada Tamara Bezares, especialista en Derecho de Familia. En declaraciones al programa Tiempo de Policiales, por ATP Radio, la letrada advirtió que los registros oficiales apenas reflejan una mínima parte del incumplimiento real y denunció que los mecanismos judiciales siguen funcionando en contra de las mujeres.
Bezares subrayó que actualmente hay apenas 11 mil deudores inscriptos en todo el país, una cifra ridícula frente a la magnitud del problema. “En provincias enteras hay uno o dos inscriptos, cuando todos sabemos que el número de incumplidores es muchísimo mayor. Eso es una burla a la realidad que viven las madres y los chicos”, sostuvo.
La abogada detalló que en la provincia de Buenos Aires, donde existen mayores estadísticas, siete de cada diez padres directamente no cumplen con la cuota alimentaria, o lo hacen parcialmente. Y remarcó que ya no se necesita acumular varias cuotas impagas para quedar en el registro: “Hoy alcanza con una sola, incluso si se trata de alimentos provisorios”.
El problema, sin embargo, va más allá de la inscripción en un registro. Bezares explicó que para que un padre sea considerado oficialmente deudor alimentario, la madre debe atravesar un proceso legal complejo y costoso: iniciar un juicio, pagar un abogado, obtener una sentencia y luego pedirle al juez que declare el incumplimiento. “Muchas veces los jueces no lo hacen. Dicen que si el padre paga aunque sea un poco, eso demuestra ‘voluntad’, y así siguen eludiendo su obligación”, denunció.
El fin de semana, el tema cobró visibilidad cuando dos deudores alimentarios fueron impedidos de ingresar al recital de Los Piojos en el estadio Monumental. La medida se amparó en los controles dispuestos para estos casos, aunque según la especialista, se trata de acciones excepcionales que no alcanzan para generar un verdadero cambio estructural.
También apuntó contra los montos irrisorios que, en algunos casos, los jueces fijan como cuotas provisorias. “A una clienta mía le fijaron 30 mil pesos por mes como cuota provisoria, siendo que el padre era dueño de una empresa. Es un chiste”, afirmó Bezares, para quien la falta de perspectiva de género en muchas resoluciones sigue siendo la regla.
Finalmente, alertó sobre la enorme cantidad de mujeres que ni siquiera acceden a la Justicia: “Hay muchas que no llegan porque no tienen recursos, o porque están cansadas de lidiar con un sistema que no las escucha. Necesitamos más abogados que se comprometan, que le pongan el cuerpo a esto, porque es una cuestión social de fondo”.
El incumplimiento de la cuota alimentaria está tipificado como violencia económica, pero en la práctica, los mecanismos legales no logran reparar el daño que genera esta forma de abandono. Para las madres, la lucha continúa, y para muchas, recién empieza.
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