La baja transitoria al 0% llevo a mandatarios de Provincias Unidas a reclamar su eliminación definitiva y acusaron al oficialismo de especulación.
Redacción EL ARGENTINO
El anuncio del Gobierno nacional de reducir las retenciones a los granos y a las carnes avícolas y bovinas al 0% hasta el 31 de octubre desató un fuerte contrapunto político. Si bien la medida fue bien recibida por sectores del agro, varios gobernadores calificaron la decisión como “electoralista” y reclamaron que la eliminación del tributo sea permanente.
En lo político, el anuncio tocó de lleno una de las principales banderas de Provincias Unidas (PU), el bloque de mandatarios que integran Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz). El grupo se prepara para un encuentro en Chubut el próximo martes.
Pullaro advirtió que la medida “no debe ser transitoria ni servir para sostener el tipo de cambio con fines electorales”. Llaryora coincidió en que el país “saldrá adelante acompañando a sus sectores productivos, no con parches de campaña”. Ambos insistieron en que las retenciones deben eliminarse “por convicción, no por necesidad”.
A las críticas se sumó Juan Schiaretti, candidato a diputado nacional por PU en Córdoba, quien calificó la iniciativa como un recurso “meramente electoralista”. “El campo necesita reglas claras y previsibles. La producción no se planifica de un día para otro”, remarcó el exgobernador.
La medida se da en un contexto de tensión entre la Casa Rosada y las provincias, marcado por el ajuste en las transferencias y las derrotas legislativas del oficialismo. Para recomponer la relación, Milei reinstauró el Ministerio del Interior y designó a Lisandro Catalán, que ya mantuvo reuniones con gobernadores.
Mientras tanto, los mandatarios de PU elevan el tono contra la administración nacional, consolidando un frente político que busca diferenciarse tanto del Gobierno como del peronismo. En ese escenario, las retenciones vuelven a colocarse en el centro de la agenda, esta vez atravesadas por la sospecha de oportunismo en tiempos de campaña.