El Gobierno de Javier Milei enfrenta un nuevo desafío político: el Fondo Monetario Internacional (FMI) le exigió que el Presupuesto 2026 sea sancionado por el Congreso para asegurar continuidad en el acuerdo financiero renegociado y mantener respaldo internacional.
Redacción EL ARGENTINO
La advertencia del organismo liderado por Kristalina Georgieva fue confirmada por fuentes con conocimiento directo de las negociaciones.
El Ejecutivo presentó el proyecto de Presupuesto por cadena nacional, pero sus proyecciones económicas generan dudas. Milei anticipó un crecimiento del 5%, inflación del 10%, superávit primario de 1,5% y un tipo de cambio de 1.423 pesos para diciembre de 2026, cifras cuestionadas por analistas y legisladores, dado que contradicen la tendencia actual de riesgo país, que se disparó a 1.140 puntos básicos.
El gobierno mantiene tasas de interés superiores al 60% como estrategia para frenar la corrida cambiaria, lo que evidencia la disparidad entre las metas oficiales y la realidad económica. Además, el proyecto prevé un déficit comercial creciente, que alcanzaría los 7.000 millones de dólares en 2028, en aparente contradicción con el tipo de cambio proyectado más barato que el actual.
La oposición critica los anuncios del Presidente. Para muchos, las promesas sobre el equilibrio fiscal, la baja del riesgo país y la prosperidad económica suenan más a “zanahoria de plástico” que a medidas concretas. El riesgo de que el Presupuesto sea difícil de aprobar genera tensiones políticas, mientras algunos diputados analizan estrategias para exigir ajustes o incluso recurrir a votos de censura.
El desafío se profundiza ante el contexto electoral y la presión de gobernadores y bloques opositores, que buscan que el proyecto sea tratado en sesiones extraordinarias. Milei, por su parte, se muestra dispuesto a “gobernar sin Presupuesto” si la oposición introduce cambios que afecten sus planes.
La exigencia del FMI subraya la importancia de un plan económico con respaldo legal, especialmente en un tercer año de Gobierno con acuerdos financieros en curso. La aprobación del Presupuesto no solo responde a la institucionalidad interna, sino que también asegura condiciones mínimas de credibilidad ante organismos internacionales y mercados, clave para sostener la macroeconomía y evitar mayores turbulencias financieras.