
Hoy venció el plazo para adherir y acceder al plan de pagos que permitía jubilarse sin llegar a los 30 años de aportes.

Redacción EL ARGENTINO
Este domingo se cerró la ventana de tiempo para quienes querían acceder a la jubilación a través de la moratoria previsional, regularizar aportes, completar el trámite, cumplir los requisitos y adherir a un acuerdo de pago de aportes faltantes, para jubilarse.
Quienes no hayan completado el procedimiento de inscripción y no tengan un turno de atención concedido (este puede ser en fecha posterior, de hecho hay turnos de atención concedidos hasta fines de mayo y principios de junio) y no puedan alcanzar los 30 años de aportes ya no podrán acceder a la jubilación vía moratoria.
En esos casos, para jubilarse sólo quedará la posibilidad “comprar” al contado años de aporte, algo más difícil, en especial para gente de menores recursos, teniendo en cuenta los montos requeridos (para comprar 5 años: $1.635.720, 10 años: $3.271.440, 15 años: $4.907.160, 20 años: $6.542.880, 25 años: $8.178.600)
“Eso requiere tener ahorros o alguien que lo financie, aunque sigue siendo conveniente en caso de que la persona lo pueda conseguir”, dijo Andrea Falcone, abogada especialista en personas mayores y titular de su propio estudio.
La moratoria previsional, que según el Gobierno sería la última, permitía regularizar aportes hasta diciembre de 2008 y se dirigió a mujeres a partir de los 60 años, hombres a partir de los 65 años y personas con ingresos que no superen el tope establecido según la evaluación socioeconómica de Anses. Esta última moratoria estuvo también sujeta a una evaluación socioeconómica en función de ingresos declarados, consumos con tarjeta de crédito y débito y movimientos bancarios y bienes registrados.
Falcone señaló que hasta el sábado estuvo gestionando turnos. “Como son hasta mayo o junio, es probable que este año se jubile la mitad de la gente que años anteriores. Hay que tener en cuenta que en los últimos años 7 de cada 10 jubilaciones era por moratoria. Ahora, en la segunda mitad del año, solo quedará el 30% que lo hacía cumpliendo los 30 años de aportes”, explicó.
Muchas personas que no pueden llegar a los 30 años de aporte ya no podrán jubilarse, porque la posibilidad de jubilación parcial, que estaba contemplada en la letra original del proyecto de ley Bases, no pasó el filtro legislativo. “A partir de hoy va a ser mucho más difícil jubilarse”, dijo Falcone.
“Las moratorias son un parche a la informalidad. Y hay más informalidad entre las mujeres que entre los hombres, a medida que uno se aleja del área metropolitana y entre las personas de menor nivel educativo. Un rubro muy complicado es el del servicio doméstico. Son personas que suelen llegar a los 60 años con un desgaste físico muy marcado. Ahí te das cuenta de la diferencia de poder entre sindicatos: el de taxistas consiguió que la edad para jubilarse sea de 60 años por el concepto de “envejecimiento prematuro”, pero ese concepto no se aplica al servicio doméstico”, relató Falcone.
Por otra parte, la Anses aplicó bastante el filtro socioeconómico. “Muchos jubilados que habían aprovechado planes en cuotas y comprado un auto para una hija o un hijo, no pudieron jubilarse por ese motivo”, dijo Falcone
La solución al problema previsional es ciertamente compleja. La cuenta previsional argentina es igual al 10% del PBI y supera a la suma de los presupuestos de Educación y de Salud. La cobertura previsional supera el 90% de los adultos mayores, un logro que no se logró a fuerza de aportes, sino de moratorias; un 64% de los actuales jubilados (prácticamente, dos de cada tres). Son unos 7,2 millones de jubilados, el 16% de la población, proporción que hacia 2050 llegará al 22%, a ser sostenida por un población aportante muy estrecha, debido a una tasa de informalidad laboral (empleo en negro o auto-empleo) del 50 por ciento.
Uno de los resultados es la muy magra jubilación mínima, unos $ 350.000 contando el bono, que cobra cerca de la mitad de los jubilados, no llega a un tercio de la canasta básica de los jubilados, que por la incidencia de rubros como medicamentos y atención médica es cercana a $ 1,2 millones mensuales. Otro, una pirámide jubilatoria achatada, que no deja contentos ni siquiera a los segmentos de más altos haberes. (Fuente: Sergio Serrichio, Infobae)
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