
En algún rincón de la ciudad se proyectó contar con un Paseo de Hacedores que homenajee a aquellas personas que realizaron y realizan aportes a la comunidad. El escultor Oscar Rébora es el ideólogo de esta iniciativa que poco a poco comienza a cobrar forma en su taller.

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En su domicilio de calle Caseros, el escultor Oscar Rébora comenzó a trabajar en un proyecto que pretende “sea un mensaje para las futuras generaciones”, tal como lo explicó a EL ARGENTINO con una amplia sonrisa en su rostro este escultor autodidacta.
Rébora es un apasionado de lo que hace. Pero también es un apasionado de su ciudad y de su gente. Por eso quiere homenajear –al menos en una primera etapa- a un grupo de ciudadanos que han hecho y siguen haciendo grande y linda a Gualeguaychú.
Sin duda que no se logrará reconocer a todos, pero al menos se tratará de algunas de las tantas personas que lo merecen. Y luego se podrán seguir sumando hacedores a este Paseo.
Y la idea comenzó en la mente y el corazón de una persona que raya la genialidad en su labor de escultor. Y, tal vez sea precisamente esta profesión, que lo familiarizó a través de sus innumerables obras con los homenajes, la que lo llevó a desear reconocer a quienes han dejado huella en esta ciudad.
EL ARGENTINO realizó la entrevista en su taller, en realidad en uno de ellos, porque según contó su mujer –Margarita Pombo- “Oscar trabaja por todos lados”, hay una obra de bronce que homenajea al Carnaval del País y un busto del curita Gaucho, también del doctor Favaloro. “Favaloro lo operó a mi hermano en persona y yo, en agradecimiento, hice el busto que hoy está en la puerta del Hospital Centenario; y yo me hice esta copia”, contó.
La idea del Paseo
La idea del Paseo de los Hacedores surgió “de una charla que tuve con un amigo. Después de esa charla le dije a mi mujer: porqué hay que esperar a que muera una persona para hacerle un homenaje”, explicó el escultor.
“A partir de ahí empecé a pensar cómo se podía hacer. Sobre todo para que tenga un mensaje para la sociedad y más que nada para la juventud”, añadió.
“Entonces diseñé un Paseo de los Hacedores, nombre que fue un aporte de Zulma Nicollini. El paseo debería estar en un espacio público, tener bancos y mesitas con plantas e iluminación”, relató como quien visualiza el proyecto.
Y, aunque cueste creerlo, la labor de este gran escultor comienza con una pequeña fotografía –de unos cinco centímetros de alto y ancho-. De ahí Rébora crea sus moldes en arcilla, que pasan a yeso para luego hacer los originales en bronce.
Así lo explica él, con una sonrisa como si fuese una tarea sencilla: “el primer modelo que surge es en arcilla, luego lo paso al yeso –donde queda en negativo-, después se vuelve a llenar con yeso -y el negativo se tira- y queda el molde final de yeso: que luego dará origen a la imagen en relieve en bronce”.
Tal como se ve en la maqueta (foto), la idea es que las imágenes en relieve estén adosadas a paredes de cemento, y que en cada una haya una explicación sobre la persona homenajeada.
La esencia
Pero la esencia del proyecto del escultor es homenajear, salvo excepciones, a personas vivas.
El principal objetivo del escultor y de su esposa Margarita, quien lo ayuda y acompaña en este proyecto, es transmitir un mensaje a la gente joven.
“Es muy fácil castigar a la gurisada, pero es importante premiar a los que andan bien. Y yo creo que ese premio se tiene que ver… Al hacerlo en bronce y ubicarlo en un lugar público, los vecinos podrán ver porqué esa persona se ganó ese lugar y también se podrá ver ella misma, su familia y amigos”, señaló Rébora.
Sobre la idea de destacar a las personas en vida y que trabaje, desde diferentes aspectos, en pos de tener una ciudad cada día mejor, los creadores del Paseo destacaron que “el objetivo es que los jóvenes, cuando vean las esculturas, digan ‘yo lo vi a este hombre o a esta señora, yo los conozco’, Esto sirve para que los chicos piensen que lindo sería estar ahí algún día y que sepan que no hace falta ser un prócer para que te puedan reconocer”.
“Por eso estamos buscando gente joven que trabaje por los demás. Yo he hablado con mucha gente, pero es difícil seleccionar a quién homenajear. La idea es que si alguien desea proponernos una persona lo pueda hacer”, añadieron.
“Creemos que sería algo novedoso y positivo para la ciudad. Los turistas que vengan podrían conocer parte de nuestra historia, leyendo las reseñas de estas imágenes y de porqué esta ciudad es cómo es”, aseveraron.
Un trabajo que recién comienza
Como el trabajo recién comienza, Rébora no sabe cuántos serán los vecinos que formarán parte del Paseo de Hacedores. En esta primera etapa podrían ser cerca de treinta, lo que no quita que luego puedan irse sumando más.
El proyecto se completaría con folletos explicativos, que puedan ser entregados en colegios, o en el lugar a los vecinos o turistas que se acerquen.
Este proyecto cultural pretende lograr que los que estén en el bronce no siempre sean los próceres o personas ilustres que hoy ya no están, sino que también puedan ser personas que en este momento realizan, desde su lugar un aporte a la comunidad de Gualeguaychú.
Sin duda se trata de un mensaje actual y esperanzador para toda la comunidad.
Por Rocío Fernández
EL ARGENTINO
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