Militancia ambiental: “Gualeguaychú no va a aflojar”

La referente de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, Gilda Bilinski de Veronesi habló sobre la continuidad de las reuniones semanales, el cuidado del río, la educación ambiental y la esperanza en las nuevas generaciones. “Son 21 años de perseverancia: seguimos cuidando la casa común”, dijo en diálogo con EL ARGENTINO. La entidad realizó en abril de 2025 su 21ª marcha al puente internacional General San Martín, reafirmando el reclamo contra la pastera UPM (ex Botnia).

Reuniones semanales y foco en el territorio

En un recorrido sobre la actualidad de la entidad su agenda combina la defensa del río, los humedales, el seguimiento de controles industriales y la educación ambiental en escuelas. “La Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú continúa sus reuniones semanalmente en el centro de la ciudad, los días miércoles, para tratar los temas que requieren nuestra militancia ambiental”, explicó Gilda Veronesi.

“Estamos preocupados por la conservación de nuestro lugar y de otros territorios, y apoyamos a distintas asambleas que surgen en el país y también en la República Oriental del Uruguay. Nos damos ánimo para no desconocer lo que nos está pasando en este famoso cambio climático”. La negación del cambio climático en Argentina se ha expresado en la falta de participación en foros internacionales y en discursos oficiales que minimizan la crisis ambiental. Este retroceso nacional contrasta con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París y expone una tensión entre la retórica política y la urgencia científica de cuidar nuestra tierra.

La militante subrayó la importancia del ordenamiento territorial: “Nos interesa conocer el uso del suelo y el comportamiento de quienes nos gobiernan, para que nos pongan al día de lo que está sucediendo como planeamiento territorial”. En esa línea, la Asamblea participa de campañas de limpieza del río Gualeguaychú y forma parte del Foro Ambiental local, donde más de veinte organizaciones articulan propuestas y controles. “Nos preocupan las producciones industriales y agropecuarias, los criaderos de aves y cerdos, los pesticidas y agrotóxicos; y la falta de limpieza en lixiviados (líquidos contaminantes) y evacuaciones de plantas industriales”, señaló.

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Memoria de la lucha y alertas actuales

Parte de este presente es la convivencia con la falta de controles efectivos y la escasa participación social, porque esa ausencia de compromiso ciudadano y estatal erosiona la fuerza de las luchas ambientales. La persistencia de unos pocos no alcanza si no se transforma en política pública y conciencia colectiva; allí está el verdadero desafío que abre un nuevo capítulo de esta historia en esta coyuntura.

“Me preocupa la poca participación respecto a esta lucha en Gualeguaychú”, reconoció Veronesi. “Pero la perseverancia de un grupo nos mantiene firmes: aquel mandato del papa Francisco en la Laudato Si es para todo el mundo; el cuidado de la casa común nos guía, a pesar de que los años van pasando y el cambio climático se siente”.

La referente lamentó la derogación de la Ley de la Madera en Entre Ríos: “Nos causó mucha tristeza y dolor. Esa norma protegía nuestra industria y también el suelo, evitando la expansión de eucaliptus que chupan las napas de agua. Fue un antes y un después que no debió ocurrir”.

Sobre las consecuencias ambientales en la región, fue clara: “Aquí en Gualeguaychú tenemos ya consecuencias por lo que producen Botnia-UPM1 y UPM2 en la República Oriental del Uruguay. Sabemos que se hacen análisis de agua y controles, pero ahora estamos a la expectativa de conocer los resultados de los nuevos sensores de aire que consiguió el gobierno de Gualeguaychú”. Consultada por EL ARGENTINO, celebró la instalación: “Después de pedir y pedir a las autoridades que nos controlen el aire que respiramos, por fin se ha dado. Ya están instalados y esperamos los resultados, y que se comunique a toda la comunidad”.

Encuentros binacionales y educación: el “grito blanco”

“Cada año hay un encuentro nacional y binacional de asambleas ambientales y comunidades”, contó Veronesi. “Cuando toca nombrar a Gualeguaychú, se reconoce que fue un faro de todas las luchas: un antes y un después en la conciencia ambiental. Participan asambleas uruguayas y se refuerza la idea de no aflojar”.

La Asamblea Ambiental, también, está atravesada por la esperanza: “Las actividades en las escuelas, en todos los niveles, aplican la educación ambiental provincial y nacional. Todos los años comprobamos el trabajo docente y lo exponen hacia fin de año en un acto al que llamamos el ‘grito blanco’”. Según Veronesi, ese acto sintetiza una demanda colectiva: “En esas almas de niños y adolescentes nos exigen a los mayores y a las autoridades cumplir lo que está explícito en la Constitución Nacional, artículo 41: el derecho a un ambiente sano. Pero la realidad no llega si se siguen utilizando productos químicos perjudiciales. Ese grito blanco nos empuja a estar en contacto con los docentes, ir a las escuelas y ver qué conocen los estudiantes para cuidar la casa común”.

En octubre de 2025, el Programa de Educación Ambiental de Gualeguaychú involucró a 702 estudiantes de distintas instituciones educativas de la ciudad y de Concepción del Uruguay.

Humedales, identidad y futuro

“La militancia en defensa de los humedales es clave: son el pulmón de nuestra naturaleza aquí en la región”, remarcó. “Atender las costas y poner en valor el territorio es parte del ordenamiento que necesitamos”.

Respecto a la participación juvenil, Veronesi fue franca: “Si bien no se ve tanta juventud en las asambleas, sabemos que lo que hacemos —como ONG, encuentros, acciones, nuestra marcha al puente General San Martín todos los años y la educación ambiental en las escuelas— nos va a llevar al camino de un futuro donde la lucha por el cuidado del ambiente esté presente”, dijo a EL ARGENTINO.

La historia también refuerza esa convicción. “La lucha de Gualeguaychú ha tenido idas y venidas. Hemos recorrido casi todo el mundo; incluso llegamos hasta La Haya, en Holanda, con nuestro reclamo. En lo personal, me encanta seguir poniendo en los medios la lucha por el ambiente”, expresó.

En su cierre, Veronesi sintetizó la persistencia: “Es mi firme convicción que Gualeguaychú no va a aflojar en la búsqueda de un ambiente sano. Son 21 años de lucha y perseverancia; tenemos la esperanza, que no defrauda, de que los jóvenes seguirán este camino pensando en las generaciones futuras”. Y concluyó con un claro mensaje: “Aunque ya tenemos consecuencias en el agua, el aire y la tierra, vamos a seguir. Esa es mi convicción”, concluyó.