
La situación financiera del Hospital de Gualeguaychú no era óptima. Con deudas y una estructura edilicia compleja, se metió de lleno en un año de aumentos y tarifazos que afectan hasta a la empresa más sólida. En el caso del Hospital público, la repuesta no puede paralizarse y sus directivos buscan ayuda estatal y estrategias para sacar adelante al nosocomio.

Redacción EL ARGENTINO
Por Mónica Farabello
La energía eléctrica, el gas, los insumos, los salarios, todo se suma en un enorme combo que hoy enfrenta la nueva Dirección del Hospital Centenario de Gualeguaychú.
Luego de una pandemia y años de emergencia, el doctor Jorge Montiel, asumió el cargo de Director para hacerle frente a una compleja situación.
En diálogo con EL ARGENTINO, Montiel contó sobre la factura de 57 millones de pesos de energía eléctrica que deberán abonar y de las deudas que pesan sobre el efector.
¿Cuál es la situación financiera del Hospital Centenario?
-Es una situación muy grave, muy grave, que nuestro equipo directivo planteó en Paraná a las tres semanas de asumir.
Hace 19 años que trabajo en el Hospital y sabía que me iba a encontrar con un panorama complicadísimo, pero no dimensioné la magnitud de la situación financiera.
Yo venía trabajando desde la trinchera; yo hago inmunología y terapia intensiva, entonces tenía la visión desde el otro lado del personal de salud asistencial. Si bien tuve mi experiencia en gestión, y en plena pandemia, no tenía total dimensión de la situación.
Veníamos en los últimos meses del 2023 con problemas severos de medicamentos, de elementos descartables, de guantes, de una serie de recursos, que nosotros estábamos enterados de eso, porque obviamente usamos esos elementos para trabajar, entonces ya tenía un panorama de lo complicado que iba a ser la situación.
Además tenemos que tener en cuenta la inflación que hay en el país: los costos en salud se han incrementado notablemente, un medicamento que valía diez pasó a valer mil, entonces eso hace mucho más complicado a la hora de gestionar con pocos recursos y con los costos de salud por las nubes.
En la reunión en Paraná ¿qué fue lo que se planteó y qué respuesta recibieron?
-Cuando nos fuimos enterando de los verdaderos números, pedimos la reunión urgente con el Ministro de Salud y todo su equipo, porque necesitábamos ir para hacer un sinceramiento absoluto del hospital, porque notábamos que algunas cosas el Ministerio estaba al tanto y otras no tanto: la cantidad de contratos por ejemplo, había contratos que el Ministerio no sabía que estaban, entonces que eso implica un gasto, una erogación de gastos para el propio hospital mes a mes.
Pero no solamente financieramente; ediliciamente estamos complicados, tenemos el Hospital Centenario poniéndole permanentemente parches, porque no ha tenido a lo largo de muchos años el debido mantenimiento que se merecía; y la parte nueva del Hospital Bicentenario que no está terminado -más o menos el 40% estará terminado- de los cuales el 40% tiene problemas estructurales severos, de goteras, de lluvia, de caída de mampostería, de caída de cielorraso, y que desgraciadamente a lo largo de todos estos años no se ha podido encontrar el mecanismo para terminar el edificio.
[{adj:84235 ]A esta situación, se sumó la factura de energía eléctrica de este último mes…
-Sí, tenemos un gasto enorme: la última boleta vino con un monto de 57 millones de pesos. A nuestras finanzas complicadas, se nos suma esto. Tenemos que tener en cuenta que tenemos dos edificios y es como tener dos casas con doble gasto, doble gas, doble luz, doble todo.
Estamos trabajando con la Cooperativa Eléctrica, para que nos hagan un relevamiento para ver dónde podemos llegar a bajar el consumo: yo no puedo desenchufar un artefacto médico, pero sí que me digan si hay que cambiar los medidores, o hay que disminuir en algún sector.
El gobernador dijo que se podía pagar en tres cuotas la boleta de marzo ¿Los beneficia esta medida?
-No sé si solución, pero un paliativo. Nosotros obviamente estamos en permanente comunicación con el Ministerio por la gravedad de la situación, en todo sentido, económica, financiera, así que se está trabajando con ellos para encontrar la forma de solucionar el tema.
Son paliativos porque los gastos son continuos y además nos encontramos con una deuda de 467 millones de pesos que fue pública. No se abonaba la luz desde el año 2019, estimo que por situaciones financieras y porque la gente que estaba hacía lo que podía, con lo que tenía.
Nosotros llevamos las cartas documento al Ministerio para que conozcan estas deudas y obviamente que eso es un tema que lo manejarán a ese nivel, porque yo no tengo poder de pago con el presupuesto que tengo.
¿Y qué otros puntos trabajan como urgencias en esta situación de subas y ajuste entre lo que hay que pagar y lo que se recauda?
A nuestra administración se le desató una tormenta perfecta. El Hospital recibe un dinero mensual que le llaman partida, que generalmente es un valor fijo. Ese monto pedimos que sea actualizado desde Provincia. A partir de que estuvimos en Paraná, nos han incrementado esa partida.
Después existe lo que se llaman “los refuerzos de partida” que es ante determinada situación extra, con la debida documentación, enviás una solicitud y el Ministerio te da un refuerzo de partida. ¿Pero qué ocurrió? A partir del 29 de febrero, el Gobierno Nacional sacó un decreto que determina que el arancelamiento que el Hospital puede facturar de la atención de las personas con Obra Social, se dio de baja.
Eso se hacía vía arancelamiento y actuaba la Superintendencia de Salud como un ente regulador. El Gobierno Nacional, a partir del 29 de febrero, dio de baja ese sistema.
Pasamos de 45 millones de pesos de facturación en enero a 19 millones en febrero y a 1.500.000 en marzo. Es decir, claramente, las obras sociales dejaron de abonar.
[{adj:84236 ]¿Cuál es la situación del Hospital de Gualeguaychú respecto de otros de la provincia?
Creo… eso es una interpretación personal mía, que el hospital de Gualeguaychú ha sido relegado históricamente respecto a otros hospitales de la provincia. No sé si se deberán factores económicos, políticos, no lo sé, pero es clara la cantidad de contratos que tiene el hospital de Gualeguaychú que no lo tiene otro hospital.
La demanda asistencial fue creciendo de tal forma en el hospital de Gualeguaychú que entiendo que históricamente por ministerios anteriores no ha ido acompañando el crecimiento de la demanda asistencial del hospital.
También somos conscientes que hay una provincia que está complicada en términos económicos y que la provincia, en términos reales, está dependiendo de un gobierno nacional en un momento complicado.
Para entender la importancia del nosocomio ¿Tienen estadísticas o cifras de atención?
En estas semanas hemos atendido más o menos 568 personas por día. Es un pico máximo de atenciones en 24 horas en guardia de emergencias de adultos.
Preventivamente suspendimos consultorio programado de clínica médica y a los colegas los abocamos a la atención de dengue y después, como venía cada vez más gente, tuvimos que habilitar un turno de seis horas de consultorio de dengue específicamente porque el 90% de la atención era paciente con fiebre, dolor de cabeza, dolor de cuerpo, declarado por nexo epidemiológico.
Estamos viendo también que el 40% de las personas podían, por ejemplo, teniendo obra social, irse a atender a una clínica privada. Pero ante semejante demanda estamos tratando de ver cómo hacíamos frente, y afortunadamente pudimos hacer frente y dar respuesta.
Con la atención primaria también hemos estado hablando con gente de la Municipalidad para ver si se podían fortalecer los CAPS para que si vos vivís a dos cuadras de un CAPS, te atiendas ahí y no tengas la necesidad de venir al hospital. El tema es que culturalmente, históricamente, siempre la gente prefiere irse al hospital.
¿Qué pasa con los enfermeros?
El doctor Montiel explicó que se vive una particular situación con enfermeros y enfermeras de la institución. “Durante la pandemia se convocó a gente de salud para reforzar la planta permanente que tenía cada institución. Así se contrataron a profesionales, chicos no profesionales, estudiantes de medicina que atendían teléfonos; se formó todo un grupo de trabajo enorme apuntado a reforzar lo que era la plena pandemia. Cuando pasó la pandemia, quedó un grupo de enfermeros monotributistas.
Se fue dilatando esa situación pese a bajar la pandemia durante bastante tiempo, porque también estaba un poco apuntado a resolver junto con el Ministerio el tema del edificio nuevo. ¿Cuánta planta permanente de recurso humano se va a necesitar?
Nosotros estamos cumpliendo tres meses de gestión y recibimos esa herencia de 57 enfermeros bajo esa modalidad de monotributo. Entonces había que darle un corte, pero no porque nosotros quisiéramos dejar fuera a gente, simplemente que se fue la pandemia, bajó la necesidad y eran contratos. Esa emergencia o esa urgencia de ese momento ya no es tal.
La idea era que el Ministerio de Salud absorba la mayor cantidad, de acuerdo a la necesidad real, y a partir de ahí nos prometieron que nos iban a dar 20 cargos de enfermeros, es decir, de los 57, se absorbían 20 cargos.
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