La Policía impidió una protesta de los vecinos del asentamiento

Una columna de aproximadamente treinta madres y cinco varones iban por San José y La Rioja, cuando alrededor de las 16:20 fueron interceptados por la Policía, que no los dejó avanzar impidiendo la protesta que pensaban realizar frente a la Cooperativa Eléctrica.

Según la versión de los vecinos, la Policía agredió a dos jóvenes de 18 y 15 años que portaban un cartel que referenciaba al asentamiento; aunque esto fue desmentido de manera rotunda por el jefe de la Departamental de Policía, comisario mayor Jorge Lazzari. De todos modos, el titular de la Policía reconoció que interceptó a la columna de mujeres para impedir la protesta social para no afectar derechos de terceros y apelar al diálogo. “Nuestra política no es la represión sino el diálogo”, remarcó Lazzari.

Los vecinos decidieron no responder a la policía que les impedía el tránsito hacia el centro y retornaron al asentamiento, donde cortaron la calle entre Primero de Mayo y Montana, esta vez sin incendiar cubiertas pero atravesando palos sobre la calzada.

“La Municipalidad nos prometió resolver el problema de la humedad de los pisos y los techos con chapas y nylon, pero solamente trajeron cinco camiones de broza y nada más”, se quejaron a EL ARGENTINO ante el incumplimiento.

La situación es de emergencia y no admite demoras. Porque al hambre y a la precariedad se le debe sumar como un agravante cargado de angustia la situación de salud de varios menores de edad y de sus madres. Ayer, funcionarios de Desarrollo Social y de Salud se reunieron con algunos vecinos y acordaron volver a encontrarse mañana para ver cómo se canaliza la ayuda prometida.

Las áreas de Obras Públicas como Desarrollo Social no son creíbles para los vecinos, dado que “prometen y no cumplen” y sólo cifran sus esperanzas en cómo responda el titular de Salud, Esteban Piaggio, quien ya les anticipó que la solución completa e integral le excede.

Por otro lado es lógico que una medida integral sólo se pueda articular con el concurso de todo el Estado y no solamente con áreas de gestión, que encima no han cumplido con sus promesas. “Hacemos lo que podemos”, es la frase de varios funcionarios municipales, pero evidencia que es insuficiente a la hora de dar respuestas integrales frente a la pobreza extrema.

Los propios vecinos son más claros. “No queremos que nos den colchones y frazadas cada vez que llueve, porque las cosas se nos siguen mojando. Tenemos que solucionar el piso y los techos y generar fuentes de trabajo, ya sea a través de una cooperativa o algo parecido”, concluyen.

Con respecto a la reunión de mañana con los funcionarios municipales, los vecinos indicaron que van a concurrir con su mejor espíritu, pero pidieron que las cosas que se comprometen a hacer se hagan porque la situación no admite más demoras. “No se trata de presionar, sino de que se entienda que estamos viviendo en una situación límite, casi desesperada con nuestros hijos en medio del barro y la constante humedad”. Otro vecino apuntó: “No queremos que nos regalen nada, pero necesitamos que nos ayuden a mejorar nuestra situación”.