
Del libro “El Obispado de Gualeguaychú, su creación” (Homenaje filial al primer Obispo de Gualeguaychú, Mons. Jorge R. Chalup) de 1957, se extrajeron los siguientes párrafos:
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* “El primer sacerdote de que hay memoria en este pueblo, fue Fr. Francisco de San Bernardino, según un trabajo muy valioso del Cura Párroco de San José, Pbro. D. Pedro Blasón, titulado “La Iglesia de Gualeguaychú a través de más de siglo y medio de existencia”. Se conserva en esta Parroquia, como una venerada reliquia, el primer libro de Bautismos y Casamientos que llevara aquel sacerdote, con datos del año 1766, siendo éste el documento más antiguo sobre la existencia de nuestro pueblo. Por eso puede decirse, con toda justicia, que la historia de nuestra iglesia es la historia de Gualeguaychú”.
* “El primer Bautismo que realiza el fray Francisco de San Bernardino fue el 3 de mayo de 1766 a la niña María Josefa de la Cruz, hija legítima de Pedro Martín Chaves y de Ignacia de Vera”.
* “El primer Matrimonio fue el 6 de agosto de 1766: Francisco Solano Martínez con María Josefa de los Santos”.
* “El segundo sacerdote estable fue el domínico Fr. Mariano Amaro. Es el iniciador del Archivo Parroquial. Fue enviado por el entonces Obispo diocesano Fr. Sebastián Malvar y Pintos desde Montevideo en el año 1777”.
* “¿Cuándo fue erigida canónicamente la Parroquia San José de Gualeguaychú? No se posee el Decreto, pero consta que desde el 1º de enero de 1782 existía el Curato establecido”.
* “Curas y Párrocos: Desde el 1º de enero de 1782 actúa como Cura Párroco el Pbro. Mateo Fortunato Gordillo y López con jurisdicción sobre el territorio que ocupa actualmente el Departamento de Gualeguaychú”.
* “Durante el curato del Padre Gordillo se efectúa el traslado de la población de Gualeguaychú al lugar que actualmente ocupa, informando el 20 de octubre de 1763 por don Tomás de Rocamora haber dejado constituidas las autoridades de la población”. Al final de las palabras de Rocamora, se leen las siguientes: ´La Patrona de esta Capilla es la Virgen del Rosario: San José es el Compatrón. La Virgen misma es Patrona también de Paraná, para donde podía reservarse, y quedar San José de Gualeguaychú para dar nombre y tutela a su reciente Villa”.
* “El Pbro. Dionisio Martínez (1859-1870) comienza a planear la construcción del templo. Juntamente con el Jefe de Policía, Reynaldo Villar, invita a los vecinos y constituye la Primera Comisión Popular Pro-Templo el 20 de junio de 1862”.
* “El 30 de mayo de 1863 se bendice la piedra fundacional del nuevo templo, siendo padrino el entonces gobernador de la provincia. Capitán General Justo José de Urquiza (…) Al fallecer tan benemérito sacerdote en Santa Fe en el año 1879, Gualeguaychú reclamó sus restos que descansan en el Presbiterio de nuestra Iglesia. Sobre su lápida se lee ´Veneración y respeto para la querida memoria de este Sacerdote Argentino”.
* “Pbro. Luis N. Palma (1887-1894): Brillante orador e inspirado poeta, este cura hizo honor a la tierra de Gervasio Méndez y Andrade por su inspiración poética y el verbo arrebatador de Osvaldo Magnasco por sus dotes oratorias. Se hizo cargo del Curato el 27 de noviembre de 1887. Uno de los primeros actos del Pbro. Palma fue la reorganización de la Comisión Pro-Templo, a fin de llevar a feliz término esta gran obra (…) El acto de la inauguración tuvo lugar el 19 de marzo de 1890, fiesta del Titular de la Parroquia, y en la oportunidad Palma pronunció una de sus más bellas oraciones que muchos aún recuerdan en Gualeguaychú. Colocó parte de la ornamentación del templo y en su tiempo se instalaron cinco de los altares actuales. En 1888, fue elegido diputado por el Departamento de Gualeguaychú a la Legislatura Provincial, siendo reelecto en 1892. Por aquel entonces el terrible mal que minaba su organismo, fue agravándose perdiendo a poco la vista, hasta morir en Paraná el 27 de agosto de 1894. Gualeguaychú que tanto le quería, recibió con hondo pesar la noticia de su muerte. La Municipalidad puso el nombre del Párroco a una de las calles de la ciudad. El pueblo le erigió el hermoso monumento que se contempla en el atrio de nuestro templo. Al pronunciar su oración en la inauguración del templo había dicho: “Para mí solo pido un voto íntimo, la única de mis aspiraciones, el poder dormir el último de mis sueños bajo esta Cúpula sagrada”.
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