
El desastre en las provincias del sur de nuestro país sigue al rojo vivo: más de 23.000 hectáreas ya fueron quemadas. Para introducirnos en el tema de este tipo de desastres, EL ARGENTINO se comunicó con César Gómez, Coordinador de la Brigada de Repuesta Ambiental de la Secretaría de Ambiente de la

Redacción EL ARGENTINO
Hace más de un mes, comenzaron a surgir focos de fuego en diferentes puntos de las provincias del sur. Poco a poco, en Chubut, Río Negro y Neuquén, los incendios fueron creciendo y llamando más la atención de los medios. Sin embargo, todavía no han sido apagados en su totalidad, y tras la entrevista con César Gómez, perteneciente al cuerpo activo de bomberos voluntarios de Gualeguaychú (subcomandante), bombero (r) de la Policía Federal Argentina, y coordinador de la Brigada de Repuesta Ambiental de la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos, sabemos que no son los únicos focos.
-¿Por qué se generan los incendios?
-En su gran mayoría, son producidos por la acción del ser humano, aunque también puede ser originados por causas naturales, por ejemplo por la caída de rayos producidos por tormentas eléctricas. Lamentablemente por cualquiera de los motivos mencionados, si el fuego se da en una zona de bosques el resultado es lo que lamentablemente estamos viendo en el sur de nuestro país, fuegos que avanzan y se hacen difíciles de controlar ocasionando daños ecológicos, climáticos, económicos y sociales.
No podemos olvidarnos ni dejar de mencionar que los efectos del cambio climático contribuyen a generar situaciones extremas, como lo son las temperaturas elevadas que han generado en muchas partes severas sequías.
-¿Qué implican tantas hectáreas quemadas?
-Los incendios en el sur Chubut, Río Negro y Neuquén han arrasado viviendas y más de 23 mil hectáreas. Este tipo de desastres afectan la flora (se produce una gran pérdida de diversidad) y también el suelo (dejando mayor exposición a condiciones climáticas extremas). Además, demandan al sistema de emergencia recursos (económicos, humanos y materiales) y equipamientos que muchas instituciones carecen.
-Actualmente, ¿ocurren sólo en el sur?
-No. Desgraciadamente otros incendios están ocurriendo actualmente en la provincia de Corrientes y en el norte de nuestra provincia, pero gracias a la labor del personal de bomberos y los propios productores, no se prolongaron tanto como los del sur del país.
También en nuestro delta recurrentemente ocurren incendios, en su mayoría ocasionados por acción directa del hombre (fogón mal apagado, fuegos intencionales, quema de residuos). Con la vegetación en condiciones para arder, cualquier principio de incendio se propaga y quema hectáreas y hectáreas. En esta zona hubo tiempo atrás un crecida del río significativa, lo cual hizo crecer la vegetación, luego el rio bajó y las altas temperaturas hicieron lo suyo, dejando esa vegetación a punto de arder.
Pero hay que reiterar: la mayoría de las veces los incendios en esa zona son por negligencia humana. En ese sentido cabe nombrar la Resolución Provincial n° 2477, la cual prohíbe las quemas en cualquiera de sus variantes hasta el 28 de febrero de 2025 en los departamentos de Gualeguaychú, Uruguay, Colón, Concordia y Federación.
-¿El gobierno, ya sea nacional o provinciales, debería tener más incidencias a la hora de evitar y combatir estas emergencias?
-Nosotros desde SAER, brigada de Repuesta Ambiental de la provincia de Entre Ríos estamos trabajando desde principios del 2024 en diferentes capacitaciones sobre la prevención y el combate de incendios forestales rurales interfaces, realizando jornadas en diferentes ciudades de nuestra provincia. En cuanto a mi opinión personal, la justicia debería intensificar patrullajes para la detección y detención de quienes originan intencionalmente estos desastres y aplicar penas más severas.
-Como bombero de nuestra ciudad, ¿cómo te afectan estos incendios?
-Sinceramente me indigna la falta de conciencia de mucha gente de nuestra ciudad. No puede ser que haya, por ejemplo, en zonas rurales gente que produce un desmonte con algún fin, y con semejante índice de peligrosidad prenda fuego para limpiar su campo. Y sobre todo, que tras esa acción negligente termine llamado a los bomberos para apagar su incendio provocado. Lo mismo ocurre dentro de la ciudad: en vez de cortar el pasto de sus terrenos lo prenden fuego y llaman a los bomberos.
Tenemos que tener presente que ese recurso humano voluntario, realizando seis o siete veces por día incendios de terrenos o en zonas rurales, no estarán disponibles si en esos momentos a una familia se le quema su vivienda, un negocio, u ocurriera un accidente de tránsito.
No solo es algo que existe en Gualeguaychú, por mí trabajo recorro y veo que en todos lados pasa lo mismo, pero lamentablemente es recurrente y cada vez ocurre con más frecuencia. Creo que es importante el rol del municipio en estas circunstancias. Es necesaria su presencia y multas en caso de que se requiera: hay que ser riguroso con esto.
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