El temporal de lluvia y fuertes vientos que comenzó pasado el mediodía del martes y se intensificó en horas de la tarde, continuó siendo severo durante la noche y parte de la mañana de ayer.
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Las ráfagas de viento fueron el principal problema ya que por su velocidad (que rondaron los 70 e incluso superaron los 100 kilómetros por hora) ocasionaron la caída de árboles y postes de luz, rotura de ramas y carteles, entre otros daños materiales.
Asimismo, las lluvias pusieron fin a las altas temperaturas que se venían registrando en a región y abrieron una semana con temperaturas mínimas de hasta 2 grados y máximas que rondarán los 19ºC, al menos hasta el domingo cuando se prevé que la máxima suba unos grados más llegando a los 23ºC.
A causa del temporal, precisamente del viento sudeste, el río Gualeguaychú tuvo un repunte repentino que alcanzó los 3.54 metros a las 8 de la mañana, cuando se estabilizó y luego comenzó a descender de manera lenta. Aunque en horas de la tarde hubo algunas oscilaciones a causa de que comenzó a bajar el agua de lluvia caída en la cuenca.
En este marco, Daniel Hernández –titular de Defensa Civil- indicó que “pueden haber oscilaciones pero no que preocupen”.
Ayer a las 18 el río estaba en los 3.46 metros y mantenía su tendencia bajante. Aunque su altura es algo elevada no había demasiada preocupación debido a que rotaron los vientos: la sudestada pasó a Pampero y ayer predominó en dirección Oeste.
Esto implica que se facilita el escurrimiento de las aguas del río Gualeguaychú, en principio de manera lenta pero con el correr de las horas más rápido, indicó Daniel Hernández, a EL ARGENTINO.
En tanto, se estima que la lluvia en la cuenca fue relativamente poca -entre 50 y 60 milímetros- en las últimas 48 horas.
Además, en la ciudad no hubo evacuados, aunque Defensa Civil había alistado un centro y tenían preparadas dos cuadrillas de Obras Públicas para actuar ante hechos de emergencias.
Por su parte, el titular de Vivienda Municipal, arquitecto Gustavo Dumón, indicó a EL ARGENTINO, reconoció que los fuertes vientos volaron algunos techos, especialmente en las viviendas más precarias de los asentamientos, quienes ya fueron asistidos con entrega de plásticos para paliar la situación en el momento. Los mayores daños se produjeron en el asentamiento ubicado en calles España y Tropas.
Los vientos fuertes provocaron la caída de algunos árboles, especialmente añosos eucaliptos en el Parque Unzué y otros árboles en Plaza Colón.
Desde el área de Electrotecnia, su titular, Alejandro Pérez, sostuvo que debieron asistir ante la caída de una columna de alumbrado público ubicado en Del Valle y Paraná. Este hecho ocurrió ayer a las 5, cuando el temporal aún se expresaba con intensidad.
Desde el área de Mantenimiento y con asistencia de los técnicos de la Cooperativa Eléctrica tuvieron que arreglar varios cables cortados en distintas zonas de la ciudad.
Otro inconveniente se suscitó con una columna de semáforo ubicada en Artiga e Irazusta, en inmediaciones de la Virgen de Molinari, en el Acceso Sur, además de apuntalar varios árboles cuya inclinación amenazaban las propiedades.