En una provincia atravesada por discusiones sobre el uso de agrotóxicos y la necesidad de modelos productivos más sustentables, la cosmética natural emerge como una alternativa. Desde Gualeguaychú, el emprendimiento “Clavel del Aire” refleja una tendencia que gana fuerza.
Por Sandra Insaurralde
En Entre Ríos, una provincia donde el debate ambiental ocupa un lugar central desde hace años —por las fumigaciones, la contaminación de los cursos de agua y la disputa entre modelos productivos—, la cosmética natural se abre paso como una alternativa que interpela tanto al consumo como a la salud. En ese escenario, los emprendimientos agroecológicos locales no solo ofrecen productos, sino que también proponen una forma distinta de relacionarse con el cuerpo y con la tierra.
La cosmética natural artesanal, elaborada con ingredientes biodegradables y sin derivados del petróleo, crece en ferias, cooperativas y espacios comunitarios de Gualeguaychú. Y lo hace en un contexto donde cada vez más consumidores buscan opciones libres de químicos agresivos, envases reutilizables y procesos productivos respetuosos del ambiente. Sin embargo, este crecimiento convive con tensiones propias de la realidad argentina: costos elevados, falta de regulación específica y competencia desigual con la industria cosmética tradicional.
Emprender desde lo agroecológico
En diálogo con EL ARGENTINO, la emprendedora local Ana Boladeres, creadora del proyecto Clavel del Aire, explicó que su camino comenzó mucho antes de producir sus primeros cosméticos. “Siempre tuve una predisposición hacia el cuidado de la tierra y del cuerpo, que en definitiva en algún punto me parecen lo mismo. El cuerpo como territorio”, comentó.
Su formación en yoga y su paso por un laboratorio de medicina ayurvédica en Buenos Aires fueron claves para comprender la importancia de lo que se coloca sobre la piel. “El ayurveda -medicina tradicional de la India- considera la piel como una ‘gran lengua’, un órgano sensorial que absorbe todo lo que colocamos en ella”, dijo a este medio.
Ese aprendizaje la llevó a cuestionar el uso cotidiano de sustancias químicas nocivas presentes en productos industriales. “El entorno fue favorable para aprender sobre muchas sustancias químicas que ponemos en nuestros cuerpos sin cuestionar de dónde vienen y los posibles impactos en nuestra salud”, señaló. La inquietud se transformó en acción cuando, viviendo en México, descubrió un desodorante natural que la inspiró a experimentar con sus propias formulaciones. “Cuando volví a Argentina compré los mismos ingredientes y empecé a experimentar hasta que logré uno con el cual quedé conforme”, recordó.
Producción artesanal y su comercialización
Amigas, conocidas y vecinas comenzaron a pedirle productos, y la demanda creció al punto de impulsarla a estudiar en Córdoba y Buenos Aires. “Me parecía fundamental asumir el compromiso de calidad para poder ofrecerlo”, explicó. Ese compromiso incluye controlar el pH, la estabilidad y la compatibilidad de los ingredientes, aspectos que suelen quedar invisibilizados cuando se habla de cosmética natural.
En 2018, ya instalada en Gualeguaychú, decidió dedicarse de lleno a la elaboración artesanal. Hoy su línea supera los quince productos: desodorantes, pasta dental, shampoo y acondicionador sólido, aceites nutritivos, cremas corporales y faciales, repelentes naturales y una nueva línea de aromaterapia. “Ahora estoy por lanzar una tintura madre para descansar que me vienen pidiendo mucho”, adelantó.
Pero su trabajo no se limita a la producción. Boladeres participa activamente en ferias agroecológicas y espacios comunitarios que promueven otro modelo de consumo. “En 2019 comencé a participar en la feria agroecológica de plaza Belgrano. También con un grupo de mujeres formamos Ñandé, una cooperativa de alimentos agroecológicos que fue una experiencia muy enriquecedora”, contó. Actualmente se la puede encontrar en ferias como Las Manos, Paseo Alem, Feriarte, Azotea de la Palma y De la Curva en Pueblo Belgrano. Además, sus productos están disponibles en la cafetería libre de gluten San Felipa y realiza envíos mensuales sin costo dentro de la ciudad.
El corazón de su propuesta
Este tipo de emprendimientos se inscribe en un contexto provincial donde la discusión ambiental es intensa. Entre Ríos ha sido escenario de debates sobre fumigaciones cerca de escuelas rurales, contaminación de arroyos y la necesidad de fortalecer la agroecología como alternativa. En ese marco, la cosmética natural aparece como un gesto político y cotidiano: una forma de consumo que cuestiona el modelo químico-industrial dominante.
El corazón de su propuesta está en la elección de ingredientes y envases. “Nuestros productos están elaborados con ingredientes derivados 100% de fuentes naturales y tenemos en cuenta la biodegradabilidad, evitando la contaminación del agua y de la tierra”, explicó. También utilizan envases reutilizables y bolsas recicladas, prácticas que buscan reducir la huella ambiental en cada etapa del proceso.
Los desafíos de este modelo
El camino no está exento de dificultades. La falta de normativas específicas para la cosmética natural obliga a pequeños productores a enfrentar requisitos pensados para laboratorios de gran escala. A eso se suman los aumentos constantes de insumos, muchos de ellos importados o difíciles de conseguir en el mercado local. La competencia con productos industriales más económicos también representa un desafío en un país donde el poder adquisitivo condiciona las decisiones de compra.
Aun así, el interés crece. “Espero que se siga difundiendo la importancia de conectar más con la naturaleza y encontrar la belleza también ahí”, expresó Boladeres. Y agregó: “Estoy muy agradecida por quienes confían en mi emprendimiento y en este tipo de alternativas naturales. Deseo con fuerza que siga creciendo el interés y respeto por la tierra. No nos olvidemos que la tierra es la vida misma que nos sostiene”.
En una provincia donde el ambiente es tema de agenda permanente, la cosmética natural se consolida como un espacio donde convergen salud, economía local, identidad territorial y conciencia ecológica. Un modelo que, lejos de ser una moda, se afirma como una respuesta posible frente a los desafíos ambientales de hoy.
Instagram: @claveldelairenatura