
No es fácil organizarlas. Hacen falta personas que tengan ganas y tiempo para participar por el bien común. La palabra de una presidenta y un presidente de dos comisiones vecinales que están en actividad. “Lo ideal es que el vínculo con los vecinos sea de coparticipación”, expresaron.

Por Sandra Insaurralde
Ejemplos de solidaridad hay en todos los rincones de nuestra ciudad. En este caso, se trata de historias de vidas que han puesto al servicio de la comunidad su tiempo, sus capacidades, sus emociones y trabajo. Asumir este rol, el de ser partícipe en el diseño y ejecución de acciones que mejoren un barrio, conlleva un gran compromiso y responsabilidad. Pero, ¿cómo nace esa necesidad de querer hacer algo por el bien común?
“En mi caso particular, es la primera vez que me sumo a una comisión vecinal”, comenta Hugo Brugna, flamante presidente de la comisión vecinal del Barrio 200 Viviendas, en la zona noroeste de la ciudad. “Más que nada, la motivación fue para poder dar una mano en todo lo que esté a mí alcance. Somos un barrio relativamente joven y tenemos que tomar acción para seguir cuidándolo”.
Desde la zona sur, María Elena Fernández cuenta su historia: “desde hace muchos años estoy integrando comisiones vecinales. Recuerdo que, cuando me salió la jubilación del hospital, donde era enfermera, me invitaron a una reunión y asistí. Ahí, preguntaron quién se quería postular a presidenta, levanté la mano, votamos y gané las elecciones. Ya llevó 13 años entre presidenta, vicepresidenta y otros cargos”.

Rol participativo: articular y gestionar
Existen casos de gente con muchas ganas y capacidad de gestión que han logrado dar los primeros pasos organizativos, detectando una necesidad, planteando objetivos comunes y gestionando para concretar proyectos.
“Somos un pequeño nexo entre los vecinos y el Municipio. El trabajo nuestro consta de mantener algunos espacios comunes, como por ejemplo el salón de usos múltiples Ángel Latorre, ubicado acá, en la plaza Caídos en Malvina del 200 Viviendas. También, el dar aviso de nuestras necesidades vecinales o problemáticas. Además, como trabajo conjunto, nos toca participar de algunos eventos colaborando en venta de entradas y demás”, contó Brugna a EL ARGENTINO.
En tanto, la presidenta de Suburbio Sur cuenta el gran orgullo que siente por todo lo realizado en estos años: “el trabajo que me da mucha satisfacción es haber podido llegar a todos los vecinos con la cloaca y el agua; entendemos que somos un nexo entre el Municipio y los vecinos del barrio, y en este sentido tratamos de gestionar todo lo que podemos. Por ejemplo, los talleres, tanto municipales como provinciales, o con el Centro de Jóvenes y Adultos para que muchos vecinos puedan terminar la primaria”.
“Ahora, y desde hace un año y medio, organizamos con la Escuela 118 que funcione desde las 13 hasta las 17 horas, con un grupo de alumnos, y desde las 17 a las 21 horas con otro grupo. Sabemos que cuando llega fin de año, de ahí salen personas para ingresar directamente al secundario. Lloro, porque me da mucha satisfacción”, dice María Elena, entre lágrimas.

¿Cuántas personas trabajan en la comisión?
“Nosotros somos 20 personas”, dice Fernández. Y sigue: “Uno hace una cosa, otro hace otra, Noelia Amarillo se encarga de lo que es la logística y demás cuestiones de comunicación. Los otros chicos, divinos, no los nombro a todos porque son un montón, por ejemplo, ahora, en esta época de carnaval, ya se están preparando para cobrar entradas en el corso barrial”.
“Nuestra comisión se conformó hace muy poquito”, aclara Hugo. “Somos 11 personas y tratamos que cada uno haga lo que le interese y sepa hacer. Algunos de los participantes ya han trabajado antes en comisiones vecinales y nos aportan sus experiencias. Estamos intentando distribuir el trabajo, ya que todos tenemos nuestros compromisos, laborales y familiares”.
Por otro lado, consultada por las acciones que han llevado a cabo en estos años en la zona sur de la ciudad, María Elena expresó: “con mucho esfuerzo realizamos todos los años para el día del niño una fiesta muy linda, para la cual conseguimos bicicletas. Una la compramos nosotros y la otra la dona el señor Violias, de Bicicletería Cisco. Hacemos una fiesta hermosa y la Municipalidad nos provee chocolate, bollos, caramelos, alfajores y galletitas. Otra actividad que hacemos todos los años es la de fin de año: la Fiesta del Vecino y la Vecina. Es una actividad con mucha gente, contratamos una banda de música y ponemos una cantina. Para casi todas las actividades siempre se cuenta con el acompañamiento de la Municipalidad”.
Desafíos a superar
El presidente de la comisión del 200 viviendas, cuenta que “en los tiempos que vivimos, se hace muy difícil para muchos poner de su tiempo, ya que contamos con obligaciones laborales, familiares y sociales, pero con mucho compromiso decidimos colaborar para tratar de lograr que las familias de nuestro barrio tengan ese sentido de pertenencia para cuidarlo y que siempre sea lindo volver a casa”.
María Elena, en tanto, reconoce las principales dificultades en las ocasiones en que “uno hace las cosas con buena voluntad y no llega a los vecinos todo ese trabajo que se hace”. En este sentido, “se nos presentó, por ejemplo, alguna dificultad cuando anduvimos con el tema del agua y la cloaca. Había vecinos que no podían comprar los caños, entonces nosotros los ayudamos a gestionar a través de notas a acción social”.
Fomentar la democracia
Las comisiones vecinales fueron creadas para fomentar la participación ciudadana. Al involucrar a los vecinos en la toma de decisiones locales, se fortalece la legitimidad de las instituciones democráticas y se acentúa la identidad barrial.
La democracia es la que permite identificar problemas y gestionar su resolución ante organismos estatales o privados competentes. En esta línea, Brugna se refiere a su vínculo con el resto de los vecinos: “lo ideal es que el vínculo con los vecinos sea de coparticipación. Es decir, darles voz a todos, ya sea con alguna problemática o, por qué no, con alguna propuesta innovadora. Desde nuestra comisión vecinal siempre pedimos participación, que las decisiones no queden solamente en manos de los miembros de la comisión, sino que el vecino también sea parte de esa decisión. Hasta ahora, hemos tenido muy buena respuesta”.
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