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César Gómez: el ejemplo de humanidad de un rescatista

En la última transmisión de #Hashtag, nuestro ciclo de entrevistas vía streaming conducido por Sabina Melchiori y que se puede ver cada lunes en nuestro canal de YouTube, recibimos en nuestro estudio a César Gómez, oriundo de Gualeguaychú, quien es Bombero y operador de explosivos.

Domingo, 6 de Agosto de 2023, 2:31

Redacción EL ARGENTINO

Trabajó como rescatista en varios hechos trágicos de nuestro país, participó como rescatista en los dos atentados más grandes que ha sufrido Argentina, como los atentados a la Embajada de Israel y de la Amia.

César nació y se crió en nuestra ciudad, vivió de chico en la zona oeste. Cuando era muy pequeño en su barrio se incendió una vivienda y fue la primera vez que vio actuar al cuerpo de bomberos de la ciudad. Pasaron los años y cuando iba a 4.º grado en la Escuela Rocamora, pasaba por el Cuartel de los bomberos, y siempre se mostraba interesado, curioso por conocer, observar en detalle los camiones, el personal, todos los elementos. 

Él cree que ahí ya sintió que la vocación nació en él desde muy pequeño. A los 16 años se inscribió para ser parte, hizo la academia, e integró el cuerpo activo. Con el tiempo se trasladó a Capital Federal, en el año 1985, y se incorporó a la Superintendencia de Bomberos que pertenece a la Policía Federal. La base de haber trabajado en Bomberos Voluntarios de la ciudad de Gualeguaychú fue de gran ayuda para su ingreso. Con el tiempo siguió estudiando para formar parte de la Brigada de Explosivos

La década del 90 estuvo marcada por varias tragedias. César relata cómo fue su día del atentado a la Embajada de Israel, detalle por detalle. Como para todos los Argentinos fue un día que cambió nuestras vidas. Eecuerda que se encontraba de franco y había agendado un turno odontológico y remarca que la comunicación era muy diferente a la actual, no había celular, uno se enteraba de situaciones por los medios, las noticias de radio y televisión. Al llegar al consultorio ese 17 de marzo de 1992 (14:50 hs fue la explosión) la odontóloga le cuenta lo ocurrido, pasa a ver la TV y no podía creer las imágenes que se transmitían. Así, se fue de inmediato a su casa y ya tenía una citación para hacerse presente en el lugar de los hechos con la unidad de explosivos. A él puntualmente junto con un compañero lo hicieron trabajar enfrente a la Embajada, en donde había una Iglesia y un jardín de infantes, al llegar ya habían pasado 3 hs. desde la explosión. Llegar y ver todo el edificio destruido fue increíble.

En la entrevista y mirando el monitor que compartía imágenes del momento comenta "Todos los bomberos están preparados para dar respuesta sin cuestionar". No recuerda en qué horario terminó sus actividades ese día. Fueron varios días de trabajo para realizar la pericia luego de retirar todos los cuerpos.

Su trabajo fue clave, César recuerda, que dentro de los objetos que retiró había un pedazo de zapatilla que tenía restos orgánicos (un talón) todo esto formaba parte de material para las pericias. Con el tiempo le llegó el trascendido que este ítem ayudó a conocer el ADN del terrorista.

De ese día, guarda en una cajita - que muy pocas veces quiere volver abrir- de su memoria, el sonido, tiene grabado el olor, fotos de instantes que le recuerdan ese 17 de marzo, el bullicio de la gente, todos querían colaborar, pero no todos estaban preparados.

Sinceramente, le hubiera gustado no estar, fueron tragedias que lo marcaron y le cuesta hablar. Él hace una autocrítica y dice que guarda esos recuerdos, le cuesta hablar y nunca pudo realizar terapia. Lo que se llama psicología de la emergencia, en ese momento, no lo ofrecía la fuerza para evitar un trauma en el futuro. En esos instantes, uno no se da cuenta, pero con el tiempo reconoce que le quedó una marca por estar activo en esas tragedias. Son secuelas que comparten también otros colegas.

En nuestra ciudad se dedicó a capacitar sobre rescate en altura, con prácticas en diferentes edificios de la ciudad, una vocación para estar preparado ante diferentes situaciones de emergencia.

En la entrevista, César recuerda varios hechos trágicos que participó en la ciudad como bombero rescatista y explica que en cada intervención hay que aprender a separar lo emocional de lo ocurrido, aún le cuesta separar y trabajar sus emociones.

Otro momento importante fue el 18 de julio de 1994. Él fue parte de los equipos de rescate y trabajó en el equipo de rescate en el Atentado a la Amia. En la entrevista comentó que el tiempo que duró el juicio de la Amia lo tuvo a él como parte, como testigo, por haber levantado del suelo diferentes objetos. Con el tiempo y por medio de pericias, se pudo comprobar que uno de los restos que levantó en el segundo subsuelo, era un resto metálico sin identificar. Luego de los análisis de rigor se comprobó que fue parte del vehículo que explotó, de esa Traffic "autobomba". Todos los rescatistas que secuestramos objetos fuimos llamados para atestiguar. Nunca pensó que su accionar al levantar objetos para identificar ayudaría a reconstruir parte de los hechos. Un profesional de la seguridad, como César, exclama que el Atentado a la Amia pasó, pero no queremos que vuelva a pasar. Nadie quiere vivir lo que produce el terrorismo. Espera que haya justicia para todas las víctimas y familiares.

Como parte de su trabajo, también capacitó a personal de la custodia presidencial y a personal de seguridad, entre otras personas. Para él, el trabajo de bombero siempre es un trabajo de equipo, de grandes relaciones y esfuerzo humano. Hoy, las capacitaciones, materiales, equipos fueron cambiando y por suerte favoreciendo el trabajo ante el riesgo que se enfrentan.

Cierra la entrevista, con un mensaje para aquel Cesar de 5 años, que se quedó inspirado por los bomberos y dice: "labor cumplida". Anímate, no será fácil, va a costar, pero será una actividad gratificante.

Sin lugar a dudas, César nos deja un ejemplo profundamente humano de entrega profesional sin importar a quien y ante situaciones de zozobra y riesgo que debe valorarse y reconocerse sin lugar a dudas. Vaya nuestro respeto y admiración por su tarea.

 

Antonella Di Pietro

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