Ante los casos de sarampión en Buenos Aires, remarcan la necesidad de vacunarse

Con los primeros casos confirmados en la Ciudad de Buenos Aires y brotes importantes, tanto en Europa como en Estados Unidos, aumenta el alerta por el sarampión. Ante esta situación, las autoridades sanitarias de la ciudad realizaron un llamado a toda la comunidad para que actualice su carnet de vacunación y se proteja contra esta enfermedad altamente contagiosa, que puede prevenirse eficazmente con la vacuna triple viral, disponible de manera gratuita en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) y en el Hospital Centenario.

En este sentido, desde la Subsecretaría de Salud insistieron en la importancia de que todos los vecinos revisen su esquema de vacunación. Para ello, pueden acudir a los centros de salud más cercanos con su carnet de vacunas y verificar si requieren una dosis adicional.

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El sarampión es una enfermedad viral que se transmite por el aire y puede provocar complicaciones graves. Los primeros síntomas incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y enrojecimiento ocular, seguidos de una erupción cutánea característica. La vacuna triple viral protege contra sarampión, rubéola y paperas, mientras que la doble viral protege contra sarampión y rubéola. Ambas son seguras y eficaces.

Según el Calendario Nacional de Vacunación, la primera dosis de la vacuna triple viral debe aplicarse al año de vida y la segunda a los cinco años. Todas las personas de cinco años o más deben acreditar dos dosis de la vacuna con componentes contra el sarampión y la rubéola.

Existen algunas contraindicaciones para su aplicación, como embarazo, inmunosupresión y alergias graves, por lo que es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de vacunarse.

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Además, quienes estén por viajar deben contar con el esquema completo de vacunación y se recomienda consultar alertas epidemiológicas y recomendaciones específicas en los lugares de destino.

La vacunación no solo protege a quienes la reciben, sino también a los más vulnerables, como bebés y personas inmunosuprimidas. Es una responsabilidad compartida que ayuda a prevenir brotes y a cuidar la salud de toda la comunidad.