
En una dramática pelea, el argentino se impuso en las tarjetas de manera unánime.

Redacción EL ARGENTINO
Fernando 'Puma' Martínez venció por puntos a Kazuto Ioka y retuvo el título de campeón mundial supermosca de la WBA en la pelea estelar de la velada celebrada en Tokio. El boxeo vivió uno de sus capítulos más esperados del año con la revancha entre Fernando Puma Martínez y el japonés Kazuto Ioka, por el título mundial supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). La velada en el Ota-City General Gymnasium de Tokio dio como ganador por decisión unánime al argentino (115-112, 117-110 y 114-113), quien retuvo el cinturón en una intensa pelea.
La pelea fue dramática
Desde el primer campanazo, se pudo observar a “Puma” Martínez decidido a tomar la iniciativa. El argentino apostó por una estrategia ofensiva, utilizando ganchos y uppercuts, mientras que Ioka optó por un enfoque más cauteloso, apuntando al cuerpo con golpes precisos al hígado.
En el tercer round, aunque Martínez disminuyó la intensidad de sus movimientos, mantuvo la contundencia en sus golpes. A partir del cuarto y quinto, Ioka comenzó a ser más agresivo, combinando jabs con ganchos al hígado. El sexto asalto destacó por un intercambio constante de golpes entre ambos púgiles.
El desarrollo de la pelea continuó con intensidad pasada la mitad del combate. Tras un sexto asalto en el que Ioka asumió la iniciativa, Martínez volvió a intentar posicionarse como protagonista. El noveno asalto marcó uno de los momentos más destacados de la noche. Martínez conectó un uppercut directo al mentón de Ioka, logrando desestabilizar al boxeador japonés. Pese a quedar visiblemente afectado, Ioka mostró resistencia y soportó el resto del castigo.
El décimo round resultó especialmente complicado para Martínez, quien se vio envuelto nuevamente en un intenso intercambio de golpes. El japonés logró derribar al argentino por primera vez en el combate con un contraataque.

En el undécimo round, ambos boxeadores optaron por reducir la intensidad, tomando un enfoque más estratégico. En el final, el japonés salió más activo, consciente de la necesidad de sumar puntos en las tarjetas. Por su parte, Martínez apostó por la distancia corta y media, buscando un nocaut que definiera la pelea. Ambos, visiblemente agotados, continuaron lanzando potentes golpes curvos. Una izquierda del argentino impactó con fuerza, provocando que ambos bajarán momentáneamente la guardia y se lanzaran nuevamente al intercambio golpe por golpe en el centro del ring, exponiéndose a cara descubierta.
El combate concluyó con un intercambio frenético de golpes, reflejando una entrega total por parte de ambos contendientes. Finalmente, tras una batalla cargada de intensidad y emociones, el resultado quedó en manos de los jueces, quienes consideraron a Martínez como ganador de forma unánime.
Comentarios
