En Vélez le apuntaron a la AFA y al árbitro

Las críticas arrancaron en el presidente Raúl Gámez, siguieron por el entrenador Miguel Ángel Russo y llegaron hasta los jugadores, en la voz del referente Sebastián Domínguez. "Boca fue superior y ganó con justicia. Fue muy claro el triunfo y hasta podría haber sido por una mayor diferencia. Vélez no rindió en la medida esperada", inició su descargo Gámez, para no vincular el rendimiento futbolístico a su crítica por la realización del encuentro.

Es que, en agosto pasado, justo antes de la muerte de Julio Humberto Grondona, la AFA decidió que, en un gris del reglamento, el desempate en el segundo puesto de la tabla general entre Boca y Vélez debía darse por un partido único y no por la diferencia de gol, como se hace habitualmente.

Eso generó el enojo del "Fortín", que intentó por todos los medios evitar este encuentro que, para colmo, se decidió que fuera en plena pretemporada y no en el final de la temporada 2014. “Una cosa es lo que pasó en la cancha y otra, afuera. Fue una injusticia que se jugara este partido, decidido en un escritorio tras un litigio ganado por la parte legal de la AFA. Lo que sucedió con Vélez no tiene que volver a pasar con ningún club de ninguna categoría del fútbol argentino", aseguró Gámez en declaraciones a distintos medios.

En tanto, el DT Miguel Ángel Russo también optó por apuntarle al trabajo del árbitro Germán Delfino, al considerar que "presionado" por la camiseta xeneize, tuvo una actitud compensatoria para expulsar a dos jugadores de su equipo, tras mostrarle la roja al delantero Andrés Chávez. El entrenador advirtió que "una situación común" en el fútbol argentino es que "los árbitros se sientan presionados cuando uno de los que juega es Boca". "No me gustó para nada terminar con nueve, son situaciones que condicionan al equipo. La expulsión de Grillo la entiendo como un error de juventud, por falta de experiencia", declaró.

Descartada la chance de jugar la Libertadores 2015, Russo explicó que su plantel "ahora debe trabajar en nuevas metas para mantener el ánimo bien alto". "El partido resultó muy trabado, muy luchado, lo clásico de una final. Boca desequilibró con un gol de otro partido, que llegó cuando Vélez estaba bien desde lo táctico. Nos faltó más precisión y no atacar tanto por el medio", explicó.