
Luego de una reunión interminable, el Carnaval del País volvió a ser noticia a raíz de las decisiones tomadas por algunos miembros de la Comisión de Carnaval. Qué beneficios consiguieron Marí-Marí, Kamarr y Ará-Yeví tras la muerte de un integrante de Papelitos.

Por Germán Farabello
El sábado 1 de marzo la comparsa Papelitos del Club Juventud Unida sufrió un hecho inimaginable. Minutos antes de salir a escena con la comparsa lista para desfilar, uno de sus integrantes sufrió una fuerte descompensación. Ante la alarma, dos ambulancias asistieron a las instalaciones de calle Tala donde la comparsa concentra a sus integrantes, pero lamentablemente ya era demasiado tarde. David, uno de los miembros de la familia papelitera se había ido. Dolor, angustia, conmoción, ansiedad.
El impacto emocional es indescriptible, algo que no puede ponerse en palabras y que tampoco se procesa de manera lineal e inmediata. Con respeto, empatía y responsabilidad, desde Papelitos decidieron que no era momento para desfilar. La alegría del carnaval a veces necesita tomarse una pausa y dar paso a la humanidad.
¿Cómo se sigue cuando la muerte se cuela entre las ilusiones de compartir un momento de amistad, diversión y familia? ¿Con qué autoridad se les puede exigir a los integrantes que salgan a competir cuando un miembro de su familia acaba de fallecer? No unas semanas antes, no un día antes, sino justo en el momento en que las puertas del Corsódromo se estaban por abrir.
Cuando ya nada parecía superar las desprolijidades de la Comisión organizadora del carnaval, el oportunismo y la falta de empatía aparecen como las grandes protagonistas. En una reunión interminable que se extendió desde las 17 hasta las 21 horas, el domingo por la tarde se reunieron los representantes de cada una de las comparsas competidoras para definir qué ocurriría tras la ausencia de Papelitos en el desfile de la noche 9. Pero, lejos de empatizar con lo ocurrido, cada uno de los representantes buscó obtener un beneficio para su comparsa.
Si, así como se lee. Lo importante no era acompañar el momento, o comprender el dolor vivido tras el fallecimiento de uno de los integrantes que componen la fiesta. La cuestión estaba en ver cómo la ausencia de Papelitos, más que justificada, podía ser compensada con beneficios para aquellas que desfilaron.
Así, tras varias negociaciones (¿se puede negociar en igualdad de condiciones tras la pérdida de un integrante?) los representantes de Marí-Marí, Kamarr y Ará-Yeví consiguieron que para ellos la del sábado sea “una desgracia con suerte”.
En primer lugar, Ará-Yeví del Cub Tiro Federal (representada por su presidente “Titi” Pauletti) pidió que se le devuelva el punto descontado por incumplir el reglamento al no llegar al mínimo de integrantes durante la primera noche.
En segundo lugar, Marí-Marí del Club Central Entrerriano (representada por su presidente Carlos Agesta) pidió cerrar la última noche de esta edición, cuando el reglamento es muy claro en este sentido y eso le correspondería a Papelitos, ya que la novena noche no fue puntuable.
En tercer lugar, Kamarr del Club Sirio Libanes (representada por “Yanito” El Kozah) pidió que se anule el puntaje de la carroza de cierre de la primera noche, cuando el Club Sirio Libanes salió al circuito con una alegoría con telgopor, hierros y papeles a la vista, sin pintura ni iluminación.

Además, se propuso la aplicación de una multa de 12 millones aproximadamente, más la quita de 1 punto para Papelitos. Según trascendió, la negociación consistía en obtener todos esos beneficios, o en aplicar una multa económica superior. Entonces ¿se puede hablar verdaderamente de una negociación? La respuesta quedará a entender de cada lector.
Por estas hora, ya se habla de que algunas decisiones podrían reverse, dado que en un rapto de lucidez alguno de los implicado se dio cuenta de que “se les fue la mano” con tantos pedidos.
Lo que es cierto, es que en estos términos la muerte y la tragedia parecen ser meras circunstancias como la rotura de un chasis o la falla en algún equipo de sonido. El valor de la vida de un integrante se asimila e incluso se cuantifica en términos económicos. Esta actitud deja en evidencia que los integrantes del Carnaval del País no tienen, como ya sabemos, el reconocimiento y el valor que realmente merecen.
No solo por su entrega desinteresada hacia un espectáculo que redunda en grandes beneficios económicos para los clubes y para sus comisiones, sino porque detrás de un integrante hay una persona, un hijo, un amigo, un hermano, un padre. El valor de la vida no se puede pagar con nada. Ya poco importa cuánto dinero o cuántos puntos se repartan. El daño que este tipo de actitudes generan, siguen alejando cada vez más a los integrantes de esta fiesta. Llegará el día en que los integrantes también conformen su propia Comisión y tengan la unión y el respaldo que realmente merecen.
Comentarios
