Sentencia al garrapiñero. El hombre de 69 años fue condenado este viernes por la mañana a cumplir una sentencia de 14 años y se dispuso una medida de prisión domiciliaria con la colocación de una tobillera electrónica hasta que la sentencia adquiera firmeza. Luego será decisión del Juzgado de Ejecución de Penas determinar si le corresponde continuar con la medida en una Unidad Penal o si recibe el beneficio de una domiciliaria por la edad.

En la audiencia de cesura, realizada el pasado lunes, el fiscal Lisandro Beherán había solicitado 16 años de prisión efectiva y requerido la prisión preventiva hasta que la sentencia adquiera firmeza. En esa ocasión, el funcionario repasó una a una las pruebas que se presentaron en el debate, las mismas que se habían presentado hace un año y medio atrás para el primer juicio que terminó condena de 14 años en octubre de 2023.

Este fue el segundo juicio que se realizó contra Irigoyen. Tras la sentencia de primera instancia y la confirmación posterior de la Cámara de Casación Penal de Concordia, la defensa llevó el caso al Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos y logró que la Sala Penal dictara la anulación y la realización de un nuevo debate porque se entendió que hubo un error en el procedimiento en la deliberación del jurado y que la intervención de la jueza de ese debate, Alicia Vivian, para evitar que quedara estanco, incidió en el resultado.

Luego del primer juicio por el que fue condenado a 14 años, Irigoyen permaneció en libertad y fue recién con el dictamen de la Cámara de Casación de Concordia a mediados de 2024 que se ordenó la prisión preventiva. El hombre permaneció durante cinco meses alojado en la Unidad Penal 9 hasta que finalmente fue liberado cuando el máximo órgano de Justicia de la provincia decidió anular todo en noviembre de 2024.

De esta forma es que se llegó a este segundo juicio. Tras la declaración de culpabilidad por parte del jurado que actuó en el juicio y la audiencia de cesura que se realizó a principios de esta semana, Derudi dio a conocer el monto de la pena, que fue similar al recibido en el primer juicio, aunque ahora se deberá esperar por los procesos de apelación hasta que la sentencia quede firme. Mientras eso ocurre, Irigoyen permanecerá con domiciliaria y una tobillera electrónica que monitoreará sus movimientos.