El fuego se desató poco después de las 2.30, y fueron los propios vecinos quienes alertaron a los Bomberos Voluntarios al notar el denso humo y las llamas que emergían del interior de la vivienda. En pocos minutos, dos dotaciones se hicieron presentes y se encontraron con un incendio plenamente desarrollado, que representaba un riesgo para las casas próximas debido a la cercanía entre construcciones.

Las brigadas trabajaron de manera conjunta para evitar la propagación del fuego hacia las propiedades linderas. Tras una ardua labor lograron controlar el incendio y continuar luego con las tareas de enfriamiento.

Desde el cuartel informaron que, al momento de su arribo, la vivienda ya estaba completamente tomada por las llamas, lo que imposibilitó el rescate de objetos personales o mobiliario. El intenso calor provocó el colapso de varios sectores de la estructura, confirmando la pérdida total del inmueble.

Afortunadamente, ningún integrante de la familia se encontraba dentro de la casa cuando comenzó el siniestro. Sin embargo, las pérdidas abarcan desde muebles y electrodomésticos hasta documentación y vestimenta, dejando a los habitantes sin ninguna de sus pertenencias.