Primera sentencia. El miércoles se realizó una audiencia de juicio abreviado que presidió el vocal del Tribunal de Juicios de Gualeguaychú, Tobías Podestá, que fue requerida por el fiscal Gastón Popelka y el defensor oficial, Lautaro Boladeres, por una causa que se tramitó en la jurisdicción de Islas del Ibicuy.

El protagonista fue Agustín Jorge Acosta, que fue imputado por dos hechos, en los que incurrió en delitos como amenazas, desobediencia a la autoridad, amenazas agravadas por ser cometidas con arma, lesiones leves y hurto simple, todos cometidos en concurso real. Y por tratarse de un procedimiento abreviado, es condición necesaria que el imputado admita la culpabilidad sobre los hechos, asumiendo su responsabilidad, la sanción punitiva y la renuncia a los plazos procesales.

El primer hecho ocurrió el 18 de febrero de 2023, cuando atacó a un hombre que se encontraba sentado en la vereda frente a la puerta de su domicilio, en calle Patico Daneri e Ituzaingó, en Gualeguaychú, mientras estaba acompañado de sus hijos de 15 y 9 años, mientras esperaba que regresara su esposa de comprar en un comercio cercano.

Acosta se acercó gritando hasta donde estaba este hombre sentado, y como el damnificado estaba junto a sus hijos, se corrió hacia la calle y se trenzaron en lucha. La víctima no conocía a su agresor y como todo sucedió en pocos minutos, otras personas intercedieron en tratar de separarlos. Cuando llegó la Policía, Acosta amenazaba al hombre diciéndole que lo iba a matar y que regresaría con gente de Buenos Aires para matar a todos, que no iba a quedar así.

Incluso, mientras el oficial de Policía le tomaba los datos a Acosta, el joven de 23 años en ese momento desobedeció a la autoridad policial e intentó agredir a los uniformados, lo que le valió la detención y el traslado a la Jefatura Departamental.

El segundo hecho ocurrió tres meses más tarde, el 28 de mayo de 2023, pero fue más violento que el primero. Esa madrugada, alrededor de las 3, ingresó a la parrilla “Don José”, situada sobre la Ruta Nacional 12, a la altura del kilómetro 119, y atacó a un adolescente de 18 años mientras dormía en una habitación contigua dentro del comercio.

Acosta lo agredió a golpes de puño y con un cuchillo en la mano lo amenazó y alcanzó a cortar en la pierna izquierda, segundos antes que el adolescente alcanzara a escapar por la ventana del asedio y amenazas del agresor. La víctima escapó por la ventana y se acercó hasta el puesto de la Policía en el Puesto Caminero Brazo Largo.

Antes de retirarse de la parrilla, Acosta tomó 80 mil pesos que había en la caja registradora del lugar, que posteriormente el propietario del local agregó en la denuncia, sumándole el delito de hurto simple a todo lo que el joven había originado.

Por todo esto, Acosta fue detenido y posteriormente liberado mientras el fiscal de Islas del Ibicuy, Gastón Popelka, siguió adelante con la investigación. Finalmente, a poco más de dos años, se puso un punto final a todos estos antecedentes a Acosta, que le valieron una primera condena y principalmente la condicionalidad a no cometer nuevos hechos policiales que le valdrán en un futuro, irremediablemente la pena de prisión efectiva.