Redacción EL ARGENTINO
En un contexto donde la investigación científica enfrenta desafíos presupuestarios y políticos, un equipo argentino dio un paso que posiciona al país en la vanguardia mundial del estudio neurodegenerativo. El grupo, liderado por el neurocientífico Francisco Barrantes, investigador superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) logró visualizar por primera vez en células vivas el comportamiento del receptor de acetilcolina nicotínico (nAChR), una proteína clave en la comunicación neuronal.
Este receptor, cuya alteración está asociada al Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, fue observado en tiempo real gracias a una combinación inédita de técnicas de microscopía de superresolución y modelos de inteligencia artificial.
“El Alzheimer no aparece de golpe. Hay procesos celulares que se alteran mucho antes de los síntomas. Poder verlos en acción nos permite anticiparnos”, explicó Barrantes en una entrevista reciente.
Microscopía e inteligencia artificial: una alianza disruptiva
El equipo utilizó la técnica MINFLUX, desarrollada por el Nobel Stefan Hell, que permite observar moléculas individuales con una precisión de nanómetros. Esta tecnología fue aplicada junto a algoritmos de inteligencia artificial como redes neuronales orientadas a grafos (GNN) y modelos de convolución temporal (WadTCN), que analizaron el movimiento de las proteínas en células vivas sin dañarlas.
Por primera vez, se pudo observar cómo el receptor nAChR interactúa con el colesterol en la membrana de las neuronas, un proceso que hasta ahora solo se había inferido mediante simulaciones. Esta interacción es clave para entender cómo se alteran las funciones cognitivas en etapas tempranas del Alzheimer.
Implicancias médicas y sociales del descubrimiento
El hallazgo tiene implicancias profundas para la medicina preventiva. Poder identificar alteraciones en la dinámica de proteínas antes de que se manifiesten los síntomas permitiría desarrollar tratamientos más eficaces y personalizados. También podría mejorar los métodos de diagnóstico, reduciendo la dependencia de estudios invasivos o costosos.
Desde una perspectiva social, el avance representa una esperanza concreta para millones de personas afectadas por el Alzheimer, una enfermedad que impacta no sólo en quienes la padecen, sino en sus familias, cuidadores y comunidades. En Argentina, se estima que más de 500.000 personas viven con algún tipo de demencia, y el número va en aumento.
Este logro reafirma el valor estratégico de la ciencia pública, el trabajo interdisciplinario y la inversión sostenida en investigación básica. Como señaló Barrantes: “La ciencia argentina tiene talento, creatividad y capacidad. Solo necesita continuidad y apoyo para seguir transformando vidas”.