El Gobierno nacional presentó un nuevo modelo de gestión para la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) con el objetivo de fortalecer la transparencia y la eficiencia administrativa. El anuncio se produjo semanas después del escándalo por audios filtrados que salpicaron a la conducción anterior del organismo, en los que se mencionaban presuntas irregularidades y vínculos con figuras cercanas al oficialismo.

La medida se enmarca en el Decreto 601/2025, que dispuso la intervención de la agencia para avanzar en una reestructuración interna. Según se informó, el plan busca modernizar los mecanismos de contratación y control, e impulsar la apertura de información pública. Para ello, la ANDIS habilitó una nueva sección en su sitio web oficial, donde ciudadanos, prestadores y empresas pueden acceder a los registros actualizados de adquisiciones, contrataciones y proyecciones de gastos, así como a las convocatorias abiertas y compulsas de precios.

Desde el Ministerio de Salud —de quien depende el organismo— explicaron que el nuevo esquema permitirá “una participación activa de los prestadores y un mercado más competitivo y equitativo”. También remarcaron que se trata de una herramienta “para el control ciudadano del gasto público” y que la meta principal es garantizar “un sistema de compras transparente, abierto y eficiente”.

El relanzamiento ocurre en un contexto sensible. La Andis había quedado en el centro de la polémica tras la salida de su titular, Diego Spagnuolo, involucrado en supuestos pedidos de coimas en la adjudicación de servicios. En los audios difundidos, se lo escuchaba aludiendo a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem, lo que generó repercusiones políticas y la posterior intervención del organismo.

En la Casa Rosada confían en que el rediseño de la agencia sirva para recuperar la confianza de los beneficiarios y del sector de la discapacidad, uno de los más golpeados por los recortes presupuestarios. “Este paso busca devolverle credibilidad a una institución esencial para la inclusión y la justicia social”, señalaron fuentes oficiales.

El desafío, sin embargo, será sostener la transparencia prometida y garantizar que las medidas no queden solo en anuncios. Tras años de denuncias y reclamos por falta de atención y demoras en los pagos, el futuro de la ANDIS dependerá de que los cambios se traduzcan en hechos concretos y en una mejora real de los servicios que presta.