Redacción EL ARGENTINO
El Premio Nobel de la Paz otorgado en 2025 generó controversias por tratarse de una figura política que divide opiniones dentro y fuera de Venezuela. Mientras algunos sectores celebran el reconocimiento como símbolo de resistencia democrática, otros lo cuestionan por presunto sesgo ideológico y por antecedentes vinculados al golpe de Estado de 2002. Además, se sumaron sospechas de filtración en casas de apuestas, lo que intensificó el debate sobre la transparencia del proceso.
Las críticas incluyen a la realizada por el argentino Adolfo Pérez Esquivel, quien cuestionó la legitimidad del galardón. El referente de derechos humanos afirmó que la persona premiada “no trabaja por la paz” y que el reconocimiento busca “neutralizar la situación en Venezuela”. Su postura se suma a un debate regional sobre el uso político del Nobel y la coherencia de sus criterios históricos.
El legado latinoamericano en el Nobel de la Paz
María Corina Machado se convirtió en la séptima persona de América Latina en recibir el Premio Nobel de la Paz. La líder opositora venezolana fue reconocida por su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, según anunció el Comité Nobel noruego en Oslo.
El galardón, entregado desde 1901, ha distinguido a 112 personas en todo el mundo. En América Latina, seis figuras precedieron a Machado, cada una con un legado singular en la defensa de la paz, los derechos humanos y la democracia.
Juan Manuel Santos (Colombia, 2016): Recibió el Nobel por sus esfuerzos para poner fin a la guerra civil de más de 50 años con las FARC. Aunque el acuerdo fue rechazado en referéndum, Santos impulsó un diálogo nacional para sostener el proceso de paz.
Rigoberta Menchú (Guatemala, 1992): Activista indígena, fue premiada por su lucha por la justicia social y la reconciliación etno-cultural. Su trabajo visibilizó los derechos de los pueblos originarios en América Latina.
Óscar Arias Sánchez (Costa Rica, 1987): Como presidente, diseñó un plan de paz para Centroamérica que promovió elecciones libres, derechos humanos y el fin de la injerencia extranjera en conflictos internos.
Alfonso García Robles (México, 1982): Diplomático y jurista, fue clave en la creación de zonas libres de armas nucleares en América Latina tras la crisis de los misiles. Su labor lo convirtió en referente global del desarme.
Adolfo Pérez Esquivel (Argentina, 1980): Reconocido por su lucha no violenta durante la dictadura militar, fue inspiración para los pueblos reprimidos. Su activismo iluminó la violencia con resistencia pacífica.
Carlos Saavedra Lamas (Argentina, 1936): Primer latinoamericano en recibir el Nobel, por su rol en el Pacto Antibélico de 1933 y su mediación en la paz entre Paraguay y Bolivia tras la Guerra del Chaco.
La entrega del Premio Nobel de la Paz en 2025 vuelve a poner a América Latina en el centro del reconocimiento internacional, pero también del debate. Si bien la distinción celebra la defensa de la democracia y los derechos humanos, la figura galardonada despierta controversias por su historial político, las tensiones internas en Venezuela y sospechas sobre el proceso de selección. El premio, lejos de ser unánime, refleja las complejidades de la paz en contextos atravesados por disputas ideológicas. (Con información de CNN en Español)